martes, 18 de diciembre de 2012

IX Carrera Montaña de Navidad en Cercedilla


Donde la amplitud de la zancada da lugar a pasos más corto, donde los metros por segundo o minuto dan paso a los km por hora y más, donde los obstáculos de la ciudad desaparecen para abrir senderos donde percibes paisajes inimaginables, es en ese momento cuando acabas de entrar en otra dimensión de corredor popular: Las carreras de montaña (me gusta más este nombre, que su otro más técnico).

Siendo consciente de que el único momento medible con transcendencia para el ser humano es aquel espacio por segundo que determina el ser o desparecer y tomando como verdad absoluta que “para morirse sólo hace falta estar vivo” , llegas a la conclusión práctica de que realizar actividad físicas que activen  simultáneamente las sensaciones visuales, táctiles, auditivas y olfativas, llegando al mismo tiempo a transformar tus límites próximos al dolor en placer para hacerte sentirte vivo y llenarte de inmensa alegría por el disfrute en plena naturaleza, convirtiendo este acto en un momento único.

A los pies de una leyenda
Disfrutar de la naturaleza, de sus paisajes y su aire puro. Agudizar la vista para asegurar la pisada, encontrar el momento para disfrutar de sus horizontes, escuchar una respiración sofocantes en continua subida mezclada con el sonido del viento entre las ramas, oler la humedad revuelta de la montaña, tocar el agua pura y fresca del deshielo, sentir que el siguiente metro, la siguiente curva te va a ofrecer un nuevo espectáculo que te hará decir “nada habría podido suceder si alguien no lo hubiera imaginado”.

La IX Carrera de Montaña de Cercedilla. Carrera de Navidad que ha congregada en su recorrido a casi 2500 atetas aventureros, nos ha ofrecido un primer tramo de 6 km en constante subida, para abordar un sendero de prolongada bajada, muy próxima a esas bajadas que denominan técnicas, y que en alguno de sus puntos se convirtieron en cuello de botella. En su último tramo, y cuando escuchabas los últimos retoques escultóricos de los trofeos (A golpe de motosierra se elaboraron “in situ” con una excelente mano maestra), finalizando la bajada con pisada sostenida por unos músculos tensos y algo doloridos, ante un giro inesperado inicias una subida en vertical, que mezcla desnivel irregular, piedras, agua y sonido de dulzainas, cumpliendo con el anuncio del animador “Al final del recorrido os espero una sorpresa”.

Su final es magnífico, animado y con un excelente avituallamiento en meta, que recibieron a estos laguneros de tierras llanas Bienve, Jesús y yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que grandes sois!! Como os estais animando con las de montaña... Cada dia me gustan mas tus cronicas y tus videos Julian, enorabuena!
Un abrazo
Ignacio

Anónimo dijo...

si es que el cerro siempre ha sido motivante para grandes retos. Ignacio, se agradece los buenos ojos con que se mira.
Julián.