viernes, 24 de diciembre de 2010

domingo, 12 de diciembre de 2010

IV GALA DEL DEPORTE - CA LAS LAGUNAS DE VILLAFRANCA



INICIO PRESENTACION C. A. LAS LAGUNAS


Estamos en la calle,…. Estamos en los caminos, estamos en la plaza, estamos en el pueblo, estamos en las ciudades,… nuestro límite es el corazón, nuestra vestimenta es una camiseta, pantalón corto y un par de zapatillas.
No corremos para superar a nadie, solo tratamos de superar nuestros propios retos. Corremos hasta extenuarnos.
Al correr el cuerpo pone en funcionamiento un completo y refinado proceso biológico; es en el límite del dolor y en el umbral del colapso cuando aparecen las endorfinas, que te permiten llegar más allá de lo imaginable, entonces sólo quieres ser músculos y respiración, donde el pulso se acelera y el corazón bombea más y más.
Metro a metro la vida se simplifica, todo deja de existir y solamente quieres avanzar sin límites, no quieres alcanzar ni superar a nadie. Solamente quieres llegar al límite del dolor y encontrar la fuerza para seguir, incompresiblemente a veces en ese estadio surgen ideas que vertiginosamente se mueven por la mente, a medida que corres y a medida que el dolor del esfuerzo se traduce en placer, las ideas adquieren formas inimaginables.
Si tu quieres sentir estas sensaciones o crear las tuyas propias, destierra la ridiculez de verte en pantalón corto, porque tú también puedes estar con nosotros y adentrarte en este mágico territorio.
GALARDONADOS C.A. LAS LAGUNAS
Tenían como porterías unas piedras, el césped eran unos cantos perfectamente incrustadas en la tierra, también jugaron al tenis, donde con un clarión se marcaba la pista y con un “cacho” de tabla daban reveses como si de la mejor raqueta se tratase, las calles supieron convertirlas en autenticas pistas de atletismo, donde se rivalizaba en velocidad, los retos mayores fueron ¿quién daba la vuelta al pueblos más rápido?.
Eran tiempos en los que la aproximación a un deporte se llegó a conseguir con el encementado y las canastas de las escuelas de Cervantes. Posteriormente llegó el instituto en Alcázar, allí los descampaos de sus proximidades, donde hoy está ubicado la ITV Y viviendas, supusieron los primeros retos deportivos pedestres donde el carácter chelero salió a relucir en las carreras de campo a través.
Iba pasando el tiempo y cada uno se fue labrando caminos distintos.
Han pasado muchos años desde aquellos comienzos. Durante todos esos años cada uno ha ido sumando kilómetros y kilómetros en sus piernas: Más de una veintena de maratones, casi una centena de medias maratones, alguna que otra aventura en pruebas de montaña o triatlón (desde hace varios años se viene participando en la triatlón de Alcázar de San Juan) e innumerables pruebas de carácter popular en la distancia entre 5 y 15 km.
Hoy siguen corriendo sin complejo. Los michelines que pueden sobrar, la lenta puesta a punto y no menos tardanza de recuperación, todo esto y más no impiden que siempre que puedan sigan vistiendo un pantalón corto y camiseta para seguir sumando kilómetros
No les importa ni el tiempo ni la posición al final de una carrera, pero están convencidos que el practicar deporte mejora la salud, el estado mental y supone el superar el estereotipo que conlleva esta edad cuarentona avanzada y de cincuentones, es decir, apartado de toda actividad atlética, Comiendo, bebiendo y fumando cuanto uno quiera, acumulando grasa y siendo un perfecto sedentario.
Ellos son Pedro, Atanasio y Julián que a día de hoy siguen aplicando aquella frase de Mac Nab en su libro “la carrera de Flánagan” Cada vez que pienso en detenerme pero sigo corriendo, es otra victoria.
Desde aquí animamos a que con una mínima equipación deportiva trotes por nuestras calles y caminos. Súmate este club atletismo Las Lagunas de Villafranca.
CA Las Lagunas de villafranca a 11 de diciembre 2010.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Villafranca de los Caballeros, Gala el Deporte 2010

La fuerza se mide en kilos,
la velocidad se mide en segundos,
el coraje, no se puede medir, se demuestra.




Estamos próximos a la celebración de la Gala del Deporte 2010. Todos nos emocionamos, ante la posibilidad de subir al escenario de reconocimientos. A buen seguro que, a la mayoría, les supondrá un estímulo para seguir practicando deporte, proponerse nuevas metas o seguir luchando para mejorar y ser el mejor; al fin y al cabo esta es la esencia de la competición en el deporte.

Después de muchos años, y echando la vista atrás; veo que mi curriculum deportivo. Es más bien del montón, tirando “pa” atrás. Quizás se pueda rescatar aquella época en la que la explosiva juventud, sometida a cierta disciplina, lograba aproximarse a ciertos registros de nivel modesto-popular. Queda claro que después del pasar de los años la gloria deportiva solamente es de unos pocos, la mayoría, o más bien la inmensa mayoría obtenemos a lo mucho un gran elenco de situaciones anecdóticas.

Si es cierto, que ese pasar del tiempo, ese haber sido uno de tantos nunca me ha importado; es más, siempre he sido consciente de mis limitaciones y mis nulas cualidades para tan siquiera ir más allá. Como digo, no me ha importado porque lo que si he comprobado y ha quedado testado, es que el deporte me ha aportado coraje, y ha sido en la proporción justa para ir alcanzando metas que, en muchos de los casos son simples metas que te presenta la vida cotidiana en su versión más amarga. No considero que sea un bálsamo de fierabrás que llega enderezar todos los entuertos, porque de ser así, las calles estarían aplagada de “forres gun”. Solamente digo que me ha aportado coraje para luchar en muchas facetas de mi vida, pero en modo alguno ha evitado el que haya cometido errores.


JMR

viernes, 12 de noviembre de 2010

Footing de estado

La inmensa mayoría de los días que me revisto de manera deportiva para corretear lo hago por aquellos espacios que me facilita la cercanía de mi casa o del trabajo. Tanto en un lado como en otro el circuito es acoplativo. Busco espacios abiertos, aceras anchas, algún tramo arbóreo, evito semáforos, cruces de calles, circulación de vehículos y un largo etc., que lo hacen por si complicado, si a ello sumamos la extrañeza de horarios es casi un reto. Hoy por hoy lo siento como una necesidad.
Este angosto panorama de espacio deportivo, sino me equivoco, es el paisaje deportivo de la mayoría de los corredores populares urbanitas y ruralitas; al fin al cabo es una continuidad del devenir diario: prisas, ajetreos, atascos, ruidos, trabajo-crisis-paro… es decir el espacio cotidiano es el que es y es nuestra capacidad e ingenio el que de manera diaria busca el circuito acoplativo idóneo para poder vivir.

La realidad es la que es la que es y solamente es necesario mirar por las ventanas de nuestro hogar, aunque también podemos mirar a la ventana plana de ubicación central y principal de nuestro salón para recrearnos en los verdes campos y armoniosos espacios idílicos donde de manera imaginativa dibujamos nuestro esbelto cuerpo recubierto del adecuado sudor de la felicidad haciendo footing.

De momento, y espero que durante muchos más años, siga corriendo sobre mi realidad para poder seguir afirmando que lo que esto hacemos día tras día se llama “correr”.


J.M.R.

domingo, 17 de octubre de 2010

Un café con German

El 29 de agosto, un años más, estuvo haciendo el recorrido lagunero. Este año el CA Las Lagunas ha querido tener un detalles en el que se le dejará constancia de la alegría que nos produce verle trotando con su singular indumentaria identificativa. Como el dice. “quiero ser yo mismo”.

Sobre las 15,00 horas del día 17 de octubre hemos quedado citados. A pesar de mi disposición a ir lo más próximo a su domicilio, él me dice que quedemos en un punto intermedio. Surge Diego de León.

Estoy sentado en el coche, en una interseccción, casi pisando el carril bus y un paso de cebra, pienso “menos mal que hoy es domingo y la circulación y sus vigilantes se muestran más tolerantes”. A las 15 horas y 00 minutos, con su andar característico le veo venir, en manga corta, con una camiseta de color amarillo de la media maratón de Almagro, un jersey al hombro y alzando la vista como queriendo situar el punto concreto de cita. Le doy una voz “¡ehh! ¡Germá!”, sonriente me saluda y extrechamos la mano. Le presento a mi hijo. Como soy de pocos proleómenos, directamente saco la bolsa y le doy una carpeta con diversas fotos. Él un poco sorprendido duda, sabe que en este mundo fotográfico de las carreras al mismo tiempo que te lanzan la mano ofreciéndote retratos recordatorios te meten la mano en los bolsillos para exprimirte unos “ebros”.

Le entrego el detalle recordatorio y las fotos de entrada en meta y recogida de trofeos, le echo la mano al hombro y le digo nuestro Club solo quiere darte esto en agradecimiento por tu presencia cada año en nuestra carrera lagunera.

Charlamos un rato, frutos de la casualidad (fui yo quien eligió el sitio de la quedada), él dice que en ese barrio, en la Guindalera, vivio de pequeño. Me situó el canal de aporte de agua que recibían desde Colmenar Viejo y diferenció el agua que recibían los de alta clase, del próximo barrio de Salamanca; estos la recibian del Lozoya. Me situó como en el local de Gilgo, entonces había un colegio, o donde ahora existe un supermercado en aquellos tiempos era Iglesia y como no el gran descampao que existía donde hoy está el hospital la Princesa. No dejo de sorprenderme como me relataba cuando de pequeño y de mano de su abuelo buscaban algo para comer, aquí enfatiza y dice “Eso si que era pasar hambre”.
Decidimos ir a tomar un café, y viendo lo mal situado del coche nos vamos a otro lugar, aunque no muy lejos. En la cafetería Hontanares, aprovechamos un espacio no muy ortodoxo de aparcamiento, pero lo suficientemente bien estacionado para tomar un café. Él me dice: “ ves la calle María de Molina que dirección lleva, pues se cambio su direccción para no derribar un hotel”, yo le digo que en todos los sitios cuecen habas y le refiero el curveteo de la carretera de Villacaña a Villafranca.

No han terminado de servir los cafes cuando él saca diez “ebros” y paga por que me dice que estoy en su territorio. El favorece una conversación animada, me narra sus peripecias y como simpre le ha gustado el deporte, aunque es apartir de los 60 años cuando se inicio en esto de correr. Se dirije a mi hijo “tú, practica el deporte, busca retos que eres joven”, la frescura de sus palabras muestran convencimiento y orgullo de llevar una vida sana. “no se trata de vivir más años, se trata de vivir los años que vivas con una buena calidad”, sigue: “no bebas y no fumes. Yo nunca lo he hecho, y en tercer lugar lleva una comida sana”. Como digo el café es entretenido y, para nada me deja de sorprender lo que con tal convencimiento dice. Nunca había hablado sin prisa con él, pero estaba convencio de que la fibra de sus músculos, la frescura de su mente, el convencimiento de hacer lo que hace le envolvian una personalidad de principios atléticos.

Me dice, y tal como se expresa, denota sinceridad: “son pocas las carreras que voy a gusto, la vuestra me encuentro muy agusto y distruto en ella”. Mira mi hijo y le insiste “práctica deporte, no te encierres en las máquinas y no comas esas comidas que venden en esos locales (se refiere a loa burges)” y le insiste en los consejos “ No fumes y no bebas, pero siempre que tengas ocasión de estar con una mujer no la pierdas que eso no es malo, sino muy saludable”.
Con su andar típico se dirige al metro, el transporte público es su forma de moverse. Nosotros cogemos el coche, nos miramos y mi hijo con una sonrisa me dice “que persona más peculiar”.

Germán, un gran corredor popular, una persona querida entre el mundo de los corredores populares. German una persona de 76 años, con una fuerza y una energía que a todos nos da envidia.
J.M.R.

lunes, 30 de agosto de 2010

La Carrera desde dentro

“ande vas con la que está cayendo”, eso me repetía una y otra vez mientras zapatilleaba el recorrido de 9 km de esta clásica lagunera. En los primeros metros y cuando iba por la calle el Santo pude comprobar el ingente gentío de atletas que ocupaban esta calle chelera. Creo que es emocionante ver estas calles ocupadas por atletas venidos de un montón de localidades y ciudades. Cuando giro a la derecha, en el paseo San Isidro, al poco compruebo como mi cuñao Isaías está preparado con manguera en ristre para apretarnos un buen chorro de agua que nos refresque a la vuelta. Hogaño las temperaturas están de sofoco. Una vez tomado el parque lineal y agradeciendo los grupos de vecinos apostados en las calles y sus esquinas ofreciendo algún que otro aplauso y ánimo.

Cogemos el camino asfaltado de las lagunas, por suerte flanqueado de arboles que unidos al la leve brisa nos animas, al menos a mantener el ritmo para afrontar la que se nos avecina. Maravilloso camino arriba y camino abajo, está ocupado por más y más corredores. Paso el km 3 y viene una pequeña cuesta, poco a poco la subo y me encuentro en San Isidro. Ahora es dejarme caer y aprovechar la zona de refrescos que esta al final del camino , donde se hace el giro a la derecha para seguir el carreterín que circunda las Lagunas.

Nube de agua polvoreada que me hace abrir los brazos. Aquí tengo un poco de “enchufe”, porque el manguerante, por ser allegao, mantiene un rato la nube sobre mí. Cojo una botella y mientras troto (a más no llego), sorbo una poco de agua y el resto la hecho en mi cuerpo. De momento el calor no parece hacer mella, el ritmo podía ir un poco más, pero quiero llegar con cierta comodidad a meta (esto de ser cincuentón le hace a uno ser más sosegao).

Miro a la izquierda y vaya ritmo endiablao que llevan los de dentro. Pienso que con un poco de suerte en meta les voy a pillar a todos esos desarmaos. Todavía me queda un poco de resuello para vitorear algún atleta lagunero y, tan mientras se va acercando la Jorja.

Desde casi la salida llevo a Mónica unos veinte metros por delante, tengo esperanzas de darle alcance pero con tranquilidad, aunque sea en la meta. Pero mira tú por dónde, cuando no he llegado a la entrada a las Lagunas, Goyo se me ha puesto en paralelo y me dice que va a por La Lagunera de más delante. En lo poco que puedo pensar le digo que lo intente, aunque dude en si sería mejor echarle la zancadilla, pues es mi rival en pódium local. Miro a un lado a otros, y decido intentar aguantarle el ritmo.

Entramos por las Lagunas. Dejamos el asfalto y pasamos a un terreno más irregular por el suelo y su arena. Me encuentro en plena Reserva Natural, lo que hace que sea todo un lujo de circuito. Los que otros años han corrió dicen que han visto sirenas e incluso sirenos. Yo con el suelo un poco inestable, la humedad que produce la cercanía del agua, la desaparición de la brisa, la subida de temperaturas, me da que a lo mucho que me va dar es a ver medio metro más de mis zapatillas y intentar no dejar de oír el zapatilleao de mi rival.

Pasamos algún corredor y corredora que otro. Me acuerdo de los diseñadores del recorrido. “Vamos que este año se les ha ocurrido alargar un poco más para llega a los 9.030 metros, si se hubieran estao quitecicos”. Paso el km 5, el cerro está a un paso y por suerte Goyo, da sólo tímidos tirones, con lo cual Mónica sigue aguantando el tipo a escasos 10 metros.

Otra vez el carreterín, parece que el asfalto me logra recuperar un poco, además espero que Eugenio ande con la manguera preparada para regar estos sofocos. Dicho y hecho “Agua va” desde las Casa Rural Santa Elena. Nuevas fuerza y con la suerte que en 400 metros estas la zona de refresco. Un poco de agua, enjuago los labios, tomo unos traguillos y el resto de agua la vierto sobre mi cuerpo y tan mientras he subido la cuesta de San Isidro y como han puesto los pintaores del circuito “¡UFF!”. Ahora es cuestión de dejarte caer el pueblo está poco menos de dos km y el resto es sólo un paseo de calles hasta la meta.

¡Que diablos!, parecemos rivales de los buenos, otra vez subimos el ritmo, hasta tal punto que a la atleta lagunera le tenemos que pedir paso. El camino asfaltao de vuelta se las trae. La sombra parece haberse escondió y “Manolo” nos quiere poner a la parrilla, si es que tinen razón “¡ande vas con estas calores!”.

Entramos al pueblo y los de la calle el Pez me dan ánimos. Casi me dejo de llevar por la euforia de estos alientos, pero decido seguir a mi trontón y controlar a mi rival para que no se me escape ni un metro. Así que el dueto anima el ritmo y entre el sofoco, los calores y los kilómetros casi todos están hechos. Al fondo veo a mi cuñao, le espero como agua de mayo para que me refresque. Terror y pánico porque le veo enzarzado con el chuflito, aun me queda resuello para pedirle que me enchufe el agua y me dice que esta averiao el cacharro de las narices, menos mal que está mi cuña para darme ánimos “Pero julian si vas de los últimos”. Alegría para el espíritu. Yo que creía que tenía un mano a mano, donde no existía cuartel y voy de los porras.

La farmacia. Quedan unos cuatrocientos metros. Esto ya está acabao, eso creía yo, pero la competición es la competición. Y esta vez, aunque en zona muy familiar, los ánimos suenan para el rival, “na, que otra vez me toca apretar lo justo”. Subimos el ritmo pero parece ser que el dueto no se va a separar y será la recta final un duelo a muerte. Templamos fuerza, cogemos posiciones la meta esta a la vista es el momento clave, ¡ahora!: Pasa tú, no pasa tú, que te lo has creído, …

En ese pasa tú primero, que no, que tu,… me encuentro enseñando mi dorsal para ser pasado como un paquete de leche con su código de barras para ser clasificado y… una voz grita. “el veintiuno”.

“Si es que con estos calores, esto no puede ser bueno”. Menos mal que al menos supe encontrar la salida.

jueves, 19 de agosto de 2010

De gratis


Tienes una de las pocas posibilidades de participar en una genuina carrera popular, de las de antaño.

Si nunca lo has hecho, este es tu momento, si lo hiciste, rememóralo. Estamos en época de crisis, donde todos estamos bastante apretaos, esto que digo parece ser que no ha llegado al negocio de las carrera, que dicen llamarse populares. Los precios se mantienen por las nubes y con ánimo de ir “in crescendo”.

¿Cuánto pagaste por la última? 8, 10, 15…Euros Tremendo. El espíritu de carreras populares, se ha pervertido: lo importante es pagar.

Aquí, en Villafranca de los Caballeros, vamos por los catorce años. Nos metimos en este mundillo, casi de manera silenciosa, hemos sudado y seguimos haciéndolo, para mantener este complicado evento. Queremos que quien venga a esta carrera popular, sienta lo puramente deportivo, te damos la oportunidad de correr por un entorno natural, como son las Lagunas, ponemos a tú disposición una esmerada organización, tenemos preparados trofeos artesanales, sorteamos interesantes regalos para todos los participantes, al llegar a meta tendrás tu bolsa del corredor (bebidas, camiseta, algún regalillo). Y lo más importante es que ES TOTALMENTE GRATUITA.

Que significa “de gratis”. Tú solamente vienes a Villafranca de los Caballeros a hacer lo que te gusta y nosotros ponemos el esmero, el empeño y por supuesto el importante esfuerzo económico que supone para esta Localidad.

lunes, 7 de junio de 2010

180€



O lo que es igual gastar, en los tiempos que corren, 29.949 de las olvidadas pesetas de un solo golpe. Es un dispendio, es tirar un dinero que puede ser necesario para otras cosas.

Lo tengo claro “Aquí nunca se debe quitar” (mejor dicho recortar o se deberá decir ajustar).

Las zapatillas es el elemento más importante de cualquier corredor. Unas buenas zapatillas, te amortiguan, favorecen los músculos, cuidan los pies, repercuten directamente en la columna, en definitiva hacen que el cuerpo absorba mejor los incontables pasos de cualquier corredor, obteniendo un mejor estado psíquico y físico del cuerpo en general.

Estamos en un “estado de crisis generalizada” que por desgracia a todos en distinta medidas nos está afectando. En mi caso y para mis desgracias es una continuidad de economía ajustada de muchos años, por ello con tiempo planifico y ahorro para cuando llega el momento de sustituir el machacado par de zapatillas y, así, iniciar un intenso periplo ritual de compras: qué modelo es el anterior al ultimísimo, que tiendas especializadas en estas zapatillas tienen ofertas, comparar marcas y modelos, precios y más precios, vueltas para un lado y para otro y al final sueltas “la manteca” cuidadosamente ahorrada y no alegremente gastada.

Es simple economía doméstica de currante en régimen de sueldo ajustado, a pesar del inmenso sacrificio, tiempo y competitividad del bendito currelo, por un amo siempre cicatero y con amplios cortijos. Como sigo diciendo, esta simple economía domestica está basada en saber con tiempo donde ajustar o no gastar más de la cuenta, como mantener aquellos gastos que perfectamente serían fácil de modificar, pero su merma supondría una perdida en la calidad de vida que repercutiría en los de mi alrededor.

Nunca he vivido tiempos de la boyante expansión económica. Los años de lujo, aigas, presunciones suntuarias y largo etc. de ostentación pavoneante lo he visto siempre desde la acera contraria.

Hoy y mañana, privilegiao o ignorao, seguiré siendo milimétrico en mis gastos, seguiré valorando donde quitar o no, pero mientras pueda, siempre que la edad o la salud lo permita, seguiré comprando unas zapatillas de gama alta para hacer un deporte que me permita encontrarme mejor. Y como no puede ser de otra manera a mi hijo que ha comenzado esta aventura será un sacrificio el poder ofrecerle las mejores zapatillas y será un orgullo el quitarmelo yo para que los tenga él.

¡Claro!, que una cosa son los lazos naturales familiares y otra muy distinta los clanes familiares.

Hay un dicho popular que dice “cambiarás de amo pero no de ladrón”. Hoy no quiero quedarme en esto que simplemente valdría, como últimamente los parlantes dicen: eso es demagogia, sino que quiero trasladar una reflexión a través de la más antigua de las democracias que ha existido a lo largo de los tiempos. “Actuando así se sienten más libres. Cada uno puede decir lo que le plazca e incluso hablar más u ofender a quienes gobiernan la ciudad. Estos últimos, además, si no han actuado bien, puede ser apartados de su cargo en cualquier momento o incluso ser condenados a pagar daños y perjuicio si los ciudadanos sufren perdida por causa de su ineptitud” de Valerio Massimo Manfredi autor del libro El ejercito perdido.

Se y admiro a grandes deportistas que han corrido hasta sin zapatillas, conozco y me recuerdan lo que en otro tiempo era jugar al futbol descalzo por no poder permitir el lujo de romper unas albarcas, pero quisiera que la época de la alpargata solamente sea un recuerdo de lo mucho que otros sufrieron.

Un saludo al tronton
JMR

martes, 6 de abril de 2010

Sin salvoconducto serás un sin papeles por correr



Pa mili la que hice yo, entonces, si que…

Hace ya tiempo, junto a un cajero, en aquella época que parece ya lejana, se encontraba una persona de avanzada edad y junto a él un joven empleado de la “susodicha” entidad financiera.

El apuesto joven, con sus mejores dotes, andaba esmerándose en explicar a la anciana persona, las ventajas de hacer uso de tan cómoda tarjeta de plástico. El venerable cliente se mostraba torpe y desconcertado. Pensaba, que tantos años de ir a la ventanilla, saludar con unos tempraneros – buenos días Don José- y seguidamente llevarse ese dinerillo contante y sonante en un tradicional mano a mano iban a pasar a mejor vida, a pesar de resistirse a ello.

El joven, de manera cansina, mostrando signos de simpatía y con gestos de infantilismo. Entre por aquí la tarjeta, marque su número secreto (el que está en el papel apuntado), marque la cantidad, de aceptar, espere,.. y ¡ya está!. – Ve como es muy sencillo -.

La tarjeta es gratis, seguía el rozagante empleado, no espera colas, lo puede sacar a cualquier hora y lo más importante es que por esta tarjeta no se le cobra nada. Todos son ventajas.

La RFEA ya anuncio la polémica decisión, bajo la fórmula “aquí te pillo aquí te mato”, de obligar a todos los corredores populares a estar en disposición de un Carnet del Corredor, por supuesto previo pago, para poder participar en cuantas carreras populares surcan por estas tierras. El día cinco de este por la agencia EFE se anuncia que el “salvoconducto” para correr se expedirá de manera gratuita. Decir que aplaudo tan encomiable rectificación, pero he de decir que aun así me dejo llevar por mi espíritu de corredor anónimo y muestro por lo tanto mi inconformismo por entender que la corrección queda corta al mantener su obligatoriedad, aunque sea gratuita hoy, ¿quién sabe mañana?.

Me atrevo a decir que el correr es la actividad más antigua del mundo, su peculiaridad y simpleza han hecho que no existan fronteras, que las normas que la regulan sean nulas y todo ello queda simbolizado en las numerosas carreras populares que inundan los continentes. No quiero ser un número obligado de nadie, no quiero formar parte de la estadística de nadie, no quiero llevar un “salvoconducto” en lo que es exclusivo de mi persona y mi decisión.

Además, ¡que leches!, si quieren poner el carnet del corredor que lo pongan, pero que sea voluntario y en manera alguna que sea un documento que fomente los sin papeles en la actividad más antigua del mundo: “Correr”.

Agencias EFE - 5 de Abril de 2010, 14:13 h
Madrid, 5 abr (EFE).- El Carnet del Corredor será gratuito pero imprescindible para participar, a partir del 1 de noviembre, en cualquier carrera del calendario oficial de ruta y marcha, informa la Federación Española de Atletismo.
El anterior proyecto, consistente en una cuota anual de 9 euros, ha sido sustituido por el carnet gratuito con la opción voluntaria de adquirir la modalidad Plus que, al precio de nueve euros, ofrece beneficios adicionales al titular: descuentos en la inscripción de carreras, promociones y programa por puntos.
Tanto el carnet gratuito como el Plus garantizan a todos los corredores un seguro de responsabilidad civil y el seguro obligatorio deportivo en todas las carreras populares.
...si te has levantao del banco,…¿y me dices tú de mili? Pa mili la que hice yo....
Julián Maroto

domingo, 21 de febrero de 2010

Má vale tarde que nunca (II Cross Rufino Galán)


Creía que estaba olvidado y por una de esas casualidades, después de arañar en el maremágnum de correos, encuentro lo que casi daba por perdido.

Aquel día pertrechado con mi vestimenta “corredora” y colgando mi máquina inmortalizadora de imágenes, nos desplazamos a la vecina localidad de Camuñas.

El día acompañaba a pesar de ser un 5 de diciembre del año que pasó, es más, después de tiempos “a” iba dispuesto a participar en el II cross campo a través “Rufino Galán” en esta manchega localidad.

El día prometía y de forma desaforada desenfunde mi cámara digital fotográfica. No me dio tiempo a disparar las primeras instantáneas, cuando de forma incomprensible un enganchón y el asfalto dio buena cuenta de la cámara de retratar.

Con mi gozo en un pozo salí disparado hacer un excelente recorrió campestre. Fue duro. La cuesta era interminable, pero fue una exquisita combinación de algo del pueblo, caminos, subida más 30 metros de subida casi vertical, cruzar campo de olivas, para retomar el camino que nos obligaba a dar otra vuelta.

El recorrido lo sufrimos tres atletas laguneros, Eutiquio, mi hijo (Estos dieron tres) y yo mismo. Me devané, una vez acabado mi “corría”, para ver la siguiente salida. Quería, como padre lleno de orgullo, ver a mi hijo en cada uno de los puntos estratégicos del recorrido. Lo conseguí, disfrute y me emocioné cuando vi que obtenía un tercer puesto en tan duro circuito campestre.
La pena es que no puede obtener fotos de momentos deportivos mágicos, de ahí que lo que se “cuelga” son instantáneas que amablemente la organización ha ido enviando a los atletas participantes.

Finalizo animando a acudir a esta excelente y cariñosa carrera pedestre, que espero que siga sumando ediciones.

Ánimo Enrique, espero que el año que viene acudamos más laguneros.

El atleta lagunero Julián Maroto

domingo, 10 de enero de 2010

172



Un niño en las rodillas de su padre estiraba ansiosamente los brazos , al mismo tiempo que elevaba la barbilla para mostrar el infinito y así responder a la pregunta ¿Cuánto quieres a papá?.
Por suerte, ha día de hoy, solo los seres más queridos son capaces de medir los sentimientos ¿o no?.


Hoy se mide todo, no se deja nada al azar, esta todo calculado. La distancia, en metros, los segundos que tardas. El agua en litros, cuanto recorre, litros por segundo que pasan, etec, etec. Estamos en un mundo calculao, hasta tal punto que desde arriba te alumbran y saben lo que mides, lo que pesas, cuentean tus palabras, tus pasos, tus hechos. Estamos todos medios.

Yo desde hace tiempo no me había medio. Fue una oscura tarde, de un casi día de Navidad, cuando quise probar un medidor. Los inicios no pudieron ser menos alentadores. -Estás fondón-. Comentario que justificaba el estirar la correa para darla de sí y que me llegara.

Ya puestos y armaos, aunque algo apretao. Me indican el botón. –Tú le das, y ya está-. Y cuando acabe, – pues lo mismo, apretas y ya está-.

Aprovecho el momento para tirar la bolsa con “fácil cierre” al contenedor. Miro a lo lejos, aunque poco veo. Miro la muñeca, pienso cuanto tiempo la he llevao desocupa. Pulso y ale “a correr”.

No voy a decir que fue un “a correr a contrareloj” pero, vamos que, aprovechando las iluminarias de las farolas, comienzo a realizar un autómata movimiento. Aproximar la muñeca a mi vista y la vista a la muñeca. Pronto me dejo llevar por las maravillas de la técnica y no a pocas farolas leo 130, luego 140 y unas sube y baja entre 150 y el 140ypocos.

Dejo de oír sonidos, dejo de pensar, sin darme cuenta mi objetivo pasa por la siguiente farola. Penumbra casi oscura, iluminación tenue, luz, farola, levanto la muñeca, bajo la vista y de manera rápida veo que estoy por el 160. No sé si es bueno o malo, pero comienzo a tener la sensación de aquel comandante que bajo el poder de su alta responsabilidad y ante la misión secreta debe probar la robustez de la maquinaria que le llevará a la gloria.

No hay tiempo para pensar, sólo farolas para mirar. Parece que los músculos han cogido tono. Es el momento clave. Quiero llegar cuanto antes a las farolas. Zarandeo los brazos, parece que levanto las rodillas, pongo la vista a una distancia corta y venga “a correr”. 167, 169, 170 y subiendo.

Mantengo lo que puedo y hasta donde siempre acabo. Estamos en 172 pulsaciones y una distancia de 6 km y 900 metros.

Hace tiempo que no me había puesto un reloj, desde luego que, más hace que no he querido saber cuánto tardé o si he bajado de el tiempo. Pero esta vez, la maldita tecnología ha aprisionado mi tórax y mi muñeca para controlarme todo, para medirme y calcularme. Mejor parar porque lo mismo me hace un perfil que me explica lo que es inexplicable.

La experiencia ha sido curiosa, los resultados le pueden valer a cualquier experto medidor, que al final elabore una categórica: “este es…”.

Para mí, lo preocupante de esta prueba tan tecnológica es que mi mente no ha divagao, no ha pensao y si ha ido de farola en farola, como una borrachera en toda regla.

Esta experiencia aquí la cuento y aquí la aparco. Yo seguiré a mi ritmo a mi trontón. Seguiré ande quiera, con quien quiera y hare cuanto quiera en toda regla. Lo de medir se lo dejo a otros, porque a lo mejor es su oficio que le da beneficio. Mi última medición me ha dado 69 pulsaciones de inicio, progresión hasta acabar 172 pulsaciones, con una distancia de 6 km. 900 metros.

Si alguien a estos números les quiere poner un nivel, para luego sentenciar. Pues que lo haga.