martes, 15 de abril de 2014

Para todo aquel que lo necesite...

Asumo hoy el reto de proporcionar una inyección de motivación para todo aquel que lo necesite.
Hablo del próximo gran evento al que varios laguneros nos enfrentaremos el último domingo de este mes en Madrid, el maratón.
Mis primeras líneas se dirigen a los debutantes. ¡Como os envidio!, en serio, sabéis que este humilde corredor pretende hacer una marca que se nos puede antojar imposible, pero, aun así, os envidio. La razón es muy sencilla: sin despreciar en absoluto al que seguramente será mi compañero durante gran parte de la carrera (Fillo), vosotros iréis de la mano del mejor de los maestros, Uti, de otro gran veterano, conocedor de la ultra-distancia, Antonio, y por último, contaréis con la impagable compañía durante la segunda mitad de Floren, Casero y de todo aquel que se anime ... os llevarán en volandas!! No nos engañemos, serán vuestras piernas las que os lleven hasta el final, será vuestro esfuerzo, vuestro sudor, vuestro dolor. Pero descubriréis que todo ello ha merecido la pena porque al cruzar el arco de meta vais a experimentar una sensación que muchos antes que yo han intentado describir, pero es imposible, sólo quien lo logra, sabe lo que es. Os colgarán una medalla que de momento no os dirá nada, pero cuando, tras unas semanas, quizás meses, ya olvidada en un cajón, en cualquier mueble de vuestra casa, caiga de casualidad en vuestras manos, os vendrá a la cabeza la imagen en meta, esa foto que (ojalá así sea) os harán a todo el grupo lagunero con las manos cogidas y los brazos en alto y, entonces tragaréis saliva, os sonaréis la nariz y se os quedará cara de bobo cuando una lágrima cruze vuestra mejilla y caiga sobre esa medalla que tantas emociones os costó conseguir. Entonces sabréis apreciar la verdadera esencia de un maratón, pero no un maratón cualquiera, vuestro primer maratón como laguneros.
Para los veteranos: Uti, ¿que te voy a decir yo a ti, si todo lo que sé me lo has enseñado tu?... tan solo que estoy convencido de que un día correremos juntos los 42 kilómetros, y, por supuesto, haciendo una gran marca. Antonio, contigo no hay dudas, viendo con la fuerza que acabas los domingos esto será pan comido (y recuerda, al final, a la izquierda).
A los acompañantes-pomponeros: sed fuertes, no dejéis de hablarles, sobre todo a partir del treinta y tantos, que tengo al amigo Coco con muchas dudas y no he sido capaz de convencerlo de que termina de sobra. Id preparando un buen repertorio de chistes. A las mujeres, esposas, amigas, hijos ... que se os oiga bien alto cuando todos estemos a punto de llegar a meta!!.
Fillo, nosotros hemos puesto el listón muy alto. He leído a muchos corredores, buenos corredores, que se han estrellado cada vez que han intentado bajar de las tres horas en Madrid. Pero claro, ellos no tenían nuestro plan de entrenamiento; tampoco tenían los compañeros que tenemos nosotros para las tiradas largas (y muchas menos largas). Estoy totalmente convencido de que tú lo conseguirás y por mi parte voy mentalizado para llegar antes de que el crono llegue a los 180 minutos, verás como lo logramos.
Y ya para todos, recordad: sólo si mantienes la vista al frente sabrás donde queda tu meta, solo si tu paso es firme, lograrás tu objetivo. Que las lesiones nos respeten.
La comida post carrera será la fiesta que culminará el día, algo para recordar.