jueves, 27 de septiembre de 2007

Zapatillas, pantalón y camiseta

Es un proceso, de pronto la mochila deja su ir y venir, ya iba un tiempo gratuitamente, "por si acaso", "quizás este viaje será el momento", pero se va difuminado en la misma medida que el tiempo lo va ocupando la presión competitiva moderna.

Ya tienes la justificación, cuando acabe volveré, este límite poco preciso es la conformidad de ir dejando apartado lo que simplemente hace porque quieres.

Hoy he buscado por el rincón donde paso a ocupar los instrumentos “atléticos” (zapatillas, pantalón y camiseta). Allí se fueron escondiendo y todo era fruto de un mañana encontrare el momento, pero los días parecían empequeñecer y cada minuto era un sumando de necesidades modernas que van formando un pegadizo en tu forma de vida que aunque molesto lo toleras por exigencias del guión.

Ajusto el pantalón, busco una camiseta, podía haber cogido cualquiera, elijo, con cierta intención, una roja rotulada con “XXII media maratón …”, porque aquella fue el principio del fin. Ahora las zapatillas, desde aquellas primeras “adidas” , han sido el siempre elemento permanente y dispuesto que han ocupado un lugar a la espera de ser su momento.

Distancia hasta donde llegue, tiempo el que sea, ritmo da igual. Sólo quiero correr y sentir mi cuerpo, ser yo ajeno a lo demás, dejar que mi pensamiento salte en lo absurdo o en lo idílico. La magia del correr por correr esta en la mezcla del mover tu cuerpo, mover tu mente, expulsar sudor, entrar oxigeno,…exigirte y conocer tus límites para superarte.

Hoy, como siempre, ha hecho su terapia. Mañana echare la mochila.