domingo, 23 de diciembre de 2012

Emigrantes los que no vuelven por Navidad


Estas próximas navidades, por cuestiones obvias, dan mucho juego, bástese nombrar a la burra y el buey, los Reyes de Tartesso cuando no gaditanos o montar un belén donde las casas o chozas se encuentren en desahucio y pastores, ovejas, molineros, patos, lavanderas, cerdos etec., en ordenada fila vayan a la oficina del INEN  único lugar que hoy en día es un autentico belén.

Pero por respeto a la tradición navideña, que es muy de nuestra cultura y, es más, en consideración a esa familia, ejemplo de la sencillez y humildad, que fue José y María. Matrimonio, que a buen seguro no eran muy simpatizantes de los gobernantes ocupas que dirigían su tierra. Ellos ajenos a cualquier cuestión política y siempre respetuosos con las leyes, se lanzan en singular travesía para cumplir el edicto romano de empadronamiento. La distancia entre Nazaret y Belén de casi 150 km, sin contar como en aquellos tiempos eran los caminos, seguro que fue todo una odisea.

Esta familia movida por el amor  a su hijo, Jesús, no dudan en emprender una huida para librarlo de las garras de gobernantes hechizados por la lujuria del poder.

Esta familia es un ejemplo y un símbolo, que nos orienta, y al igual que aquellos padres, todos los padres, generación tras generación, se desviven para que sus hijos “el día de mañana sean algo”. Esta frase ha supuesto que en épocas, donde la escasez de una España, anclada en la extrema pobreza, incapaz de ofrecer alternativas para el futuro de sus familias, obligó a que muchos de nuestros padres, hoy alguno de vuestros abuelos se marcharan al extranjero. Se convirtieron en EMIGRANTES, personas que en Hendaya eran tratados como ganado, personas que en mucho de los caso no sabían donde se encontraba el lugar de su destino, personas con un alto grado de analfabetismo, sobre el 80% y la inseguridad de,  en muchos caso, no llevar un contrato de trabajo. Aquellas gentes, han sido todo un ejemplo, que se ha visto recompensado con unas generaciones (Sus hijos), que han “tenido una vida mejor que ellos”.

Aquellos emigrantes de entonces, lo único que tenían eran sus manos para trabajar, no tenían posibilidad de cambiar nada ante un régimen que no les daba opción, pero sí, su trabajo repercutía en mejorar la estrecha economía familiar, al mismo tiempo inconscientemente preparaba el terreno para grandes cambios sociales, económicos y políticos.

Aquellos hijos mejoraron, aprendieron del esfuerzo, votaron, se casaron, votaron, tuvieron hijos, votaron, los educaron, votaron. Unos actos crearon las generaciones mejores preparadas y otros actos fueron creando el porvenir. Porvenir basado en una clase política endiosada, de estrechas miras, de fácil palabra, rodeada de boato. Boato que se colgaban en adornos la clase empresarial de fácil riqueza y un escenario de despampánate apariencia, alejados de cualquier meritocracia.

Quizás nadie nos enseño el gran valor de un voto, quizás al venir de unas familias humildes, trabajadores y de miras donde todo se consigue a base de esfuerzos, no dio la importancia a tan importante acto de votar. Aquel acto fue creando una casta de especial status, con especiales derechos, con especiales beneficios, que a base de hipnotizantes melodías han creado un túnel, sin fin, sin luz y sin salidas de emergencias.

Muchos de nuestros hijos, hoy son EMIGRANTES no aventureros. Son EMIGRANTES cualificados no aventureros, son EMIGRANTES jóvenes no aventureros, son ESPAÑOLES EMIGRANTES que se les niega el futuro en su tierra.

A todos esos jóvenes EMIGRANTES, que en impuesta torre de babel se desenvuelven en los rayaner les deseo las mejores de las Navidades, con la misma fuerza de la inmensidad de kilómetros que en tan señaladas fechas os separa de vuestras familias.

¡¡FELIZ NAVIDAD!!
JMR

martes, 18 de diciembre de 2012

IX Carrera Montaña de Navidad en Cercedilla


Donde la amplitud de la zancada da lugar a pasos más corto, donde los metros por segundo o minuto dan paso a los km por hora y más, donde los obstáculos de la ciudad desaparecen para abrir senderos donde percibes paisajes inimaginables, es en ese momento cuando acabas de entrar en otra dimensión de corredor popular: Las carreras de montaña (me gusta más este nombre, que su otro más técnico).

Siendo consciente de que el único momento medible con transcendencia para el ser humano es aquel espacio por segundo que determina el ser o desparecer y tomando como verdad absoluta que “para morirse sólo hace falta estar vivo” , llegas a la conclusión práctica de que realizar actividad físicas que activen  simultáneamente las sensaciones visuales, táctiles, auditivas y olfativas, llegando al mismo tiempo a transformar tus límites próximos al dolor en placer para hacerte sentirte vivo y llenarte de inmensa alegría por el disfrute en plena naturaleza, convirtiendo este acto en un momento único.

A los pies de una leyenda
Disfrutar de la naturaleza, de sus paisajes y su aire puro. Agudizar la vista para asegurar la pisada, encontrar el momento para disfrutar de sus horizontes, escuchar una respiración sofocantes en continua subida mezclada con el sonido del viento entre las ramas, oler la humedad revuelta de la montaña, tocar el agua pura y fresca del deshielo, sentir que el siguiente metro, la siguiente curva te va a ofrecer un nuevo espectáculo que te hará decir “nada habría podido suceder si alguien no lo hubiera imaginado”.

La IX Carrera de Montaña de Cercedilla. Carrera de Navidad que ha congregada en su recorrido a casi 2500 atetas aventureros, nos ha ofrecido un primer tramo de 6 km en constante subida, para abordar un sendero de prolongada bajada, muy próxima a esas bajadas que denominan técnicas, y que en alguno de sus puntos se convirtieron en cuello de botella. En su último tramo, y cuando escuchabas los últimos retoques escultóricos de los trofeos (A golpe de motosierra se elaboraron “in situ” con una excelente mano maestra), finalizando la bajada con pisada sostenida por unos músculos tensos y algo doloridos, ante un giro inesperado inicias una subida en vertical, que mezcla desnivel irregular, piedras, agua y sonido de dulzainas, cumpliendo con el anuncio del animador “Al final del recorrido os espero una sorpresa”.

Su final es magnífico, animado y con un excelente avituallamiento en meta, que recibieron a estos laguneros de tierras llanas Bienve, Jesús y yo.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Sólo ausencia de calor

No es una posición es un estado


Una vez superado el momento irrefrenable de –Que agustico estoy entre estas mantas-, después de haber visionado entre cristales que una atmósfera cortante se extiende más allá de la techumbre hogareña, donde un lento crepitar de un ceporro parece embrujarte en hipnotizantes figuras, es el momento de utilizar un primer impulso para alentarte con un -¡Vamos!

El amarillento sol te recibe, donde el suelo acartonado y crujiente le cuesta despertar por envoltura en celofán de blandura. Ante esto y con esto, hete aquí, que con singulares figuras adornas el cuerpo, hasta que tras diversos movimientos eléctricos percibes que lo que te rodea no es una posición sino un estado.

Estado solidificado  del respirar de las plantas convertido en escarcha, estado liquido que desprende el apéndice naricero en irremediablemente agüilla moquillera y un estado gaseoso cortante del aire que penetra por cada resquicio.

Conscientes de que la posición de acurrucado-exprimido, es una defensa de empiece para iniciar un proceso de activación neuromuscular impulsora que reactive un proceso de cambio del estado de los allí reunios.

Es en ese momento, bajo unos sonrojados mofletes, donde las cejas parecen estar adornadas de escarcha, bajo unos lagrimones de secante frío que impulsan los brazos y piernas en sobredimensionados movimientos. Movimientos que evocan un zapateo desajustado que a ritmo  sincrónico de vahos armonizan aquellos que antes se encontraban acurrucaos.

Cuando dejados por aquello que dice: Ni se crea ni se destruye sólo se transforma, aquel encogido grupo de atletas laguneros aplican este elemental axioma físico, que mezclado con una justa medida de buen estado de ánimo dan certeza empírica al dicho que dice: El frío no existe, el frío sólo es ausencia de calor.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Encuentro

La mañana se anuncia en apacigüe calma, la niebla en severa espesura ha ido poblando el paisaje. El frío penetra por cada rendija que deja el ropaje, haciendo escasas las tres capas. Una vez ajustadas las orejeras y enguantadas las manos, comienzo un tranquilo trontón.
Después de un espaciado tiempo, sin disfrutar de tan apacible silencio, quiero hacer que  mi tranquilo trontonéo se vaya inundando de la tranquilidad de este espacio. No tengo prisa, quiero disfrutar de este duro frío manchego, escondido entre la espesa niebla a las puertas de un nuevo invierno.
Por fin no tengo prisas por nada, busco que mi mente se inunde de nada, dejo que mi ritmo sea el de ninguna prisa, quiero que el camino sea el de ninguna parte, solo aspiro al deseo de sentir esta mi tierra, el lugar que pertenezco, lugar que siempre me reencuentro.
Tranquilidad, silencio, disfrute, soledad, sosiego,… mi tierra.
El largo silencio, se amortigua en pisadas. Echo la vista atrás, donde una generosa niebla esconde las multiformes piedras que otrora eran engullidas por generosas aguas. Su ritmo me alcanza. Su desconocimiento, me sorprende. Solo es cuestión de hablar el mismo lenguaje, seguir los mismos pasos y entender un camino de rasgos llanos, de vistas largas, de empaparte de un lugar mágico donde la rudeza de su tierra siempre da una tregua.
Poco a poco nos dejamos llevar del lenguaje simple, del querer conocer, por las ganas de mostrar. Soy de aquí sin estar aquí, vivo aquí sin vivir aquí, esta es mi tierra donde disfruto, donde me pierdo.
La fuerza del sol abre la niebla. La fuerza de las pisadas, intercambian entretenida palabras que dan referencias e inquietudes. Cáceres y Villafranca de los Caballeros dos lugares simétricos y distantes, y al mismo tiempo unidos por un punto equidistante: Madrid.
No somos extraños porque hablamos el mismo lenguaje en distintos retos. La mañana es agradable, apacible, tranquila, silenciosa,… sólo rota por gratos encuentros y rápidos saludos. El carreterín anuncia la última procesión de pasos. Aquí tienes un lugar para correr, un espacio para disfrutar y una gente que no te hará sentir extraño.
Nos miramos, nos saludamos, nos despedimos y en lento trontón nos echamos la mano. –Encantado-, -Me llamo Domingo- ,-Yo, Julián,.. Allí un poco más adelante, todos los domingo a las nueve siempre hay alguien del Club dispuesto hacer kilómetros-

domingo, 4 de noviembre de 2012

Espejismo


Tras unos rápidos comentarios analíticos, en el que desde sus principios se va afianzando el SI, condicionado a evitar los caminos. El grupo de laguneros  deciden buscar el asfalto y disfrutar, bajo el chapoteo de zapatillas, de una agradable mañana de entreno rodado.
Durante toda la noche la lluvia ha sido un incesante caer, el terreno está sobradamente esponjado, sólo el asfalto hace posible alternar chapoteo de charcos con animadas conversaciones.
Aquellos momentos de intensas lluvias que inadvertidamente empapan nuestro cuerpo, se van alternados con el sonido amortiguado de zapatillas, calcetines y pies envueltos en agua, -chup, chup, chup,..-  Las conversaciones van saltando al mismo ritmo que las lluvias cubren la mañana.
Fuertes chaparrones dan paso a unos inesperados claros que nos obligan a decir que no es para tanto, peor son los días de viento o aquellas mañanas de extremas temperaturas que congelan los monocordes vahos.
Las conversaciones se articulan bajo el fuerte pilar del correr, que en unos están fabricado bajo la longevidad de los años y otros desde la bisoñez de su incipiente madurez. Nos sentimos privilegiaos de poder reencontrarnos bajo un incesante y rítmico meneo de brazos, que hace fluir unas zancadas que reactivan con avidez nuestro cuerpo.
La angustia de días, que se han vuelto cotidianos, días que empezaron como un mal sueño, donde sentir que tú nueva situación de parado iba a ser transitoria, para ver que la crudeza de los días, va dejando aflorar  por los poros de tu piel el mensaje de “para que sirvo”. Entre charcos y la alternación de copiosas lluvias se maldice el ahora y se echa la vista con desazón hacia un futuro oscuro.
La fe te lo dan tus pasos, esos únicos momentos en los que el ropaje deportivo, te hace sentir ser poseedor de lo que solamente la naturaleza te ira desgastando. El poder de mover tu cuerpo, por encima de los augurios “macros” que con tan pesada fuerza están cayendo sobre una sacrificada sociedad noqueada, te fabrican la esperanza
Bancos, banqueros, Estado,  gobernantes, Partidos, políticos,.. conglomerado de rimbombantes elementos, que desde las alturas manejan los hilos de una sociedad noqueada, sólo ellos son los vil traidores del antes y ahora. Traicionaron la ética del normal desarrollo, crearon virtuales espejismo, se blindaron y endiosaron, fueron durante décadas vil manipuladores adornado  un paisaje de luces y clarines insostenibles, que hoy arrastran crudamente a la desesperanza.
No dejamos de esquivar charcos, de sentir que el agua llega hasta los huesos, de romper “las monjas y frailes” que con incesantes “gorgollitas” adornan la calle. Calles solitarias, donde algún que otro entreabre la puerta y mira sorprendido  el “chup-chup” de cinco “locos” laguneros, mientras de reojo mira un cielo oscuro y embravecido en agua.
Laguna Grande de Villafranca de los Caballeros, 3-11-2012.

            JMR
-Buenos días-, -buen tiempo tenemos-. Ahí van esos locos que corren, esos que entre trotes, risas y orgullo saben que las cosas “no pintan bien”, que las cosas lo más seguro irán peor y que la que se nos está avecinando van a ser los de siempre los que bien la van a pagar. Resignación, NO. Entrega, No. Constancia y lucha SI y no por ellos, sino por nosotros
Las lagunas vuelven asomar por el horizonte, la copiosa e incesante lluvia te hacen bajar el horizonte creando un espejismo de cuantiosa agua sobre un vaso lagunar largo tiempo sediento.

domingo, 28 de octubre de 2012

Mi tiempo (Persistencia)


No te deja de sorprender cuando avezados entendidos argumentan sus teorías de lo que hace años pudo ser. Nacidos para correr, es un libro que me ha sorprendido y McDougall nos introduce en como hace millones de años, cuando el animal erguido no tenía armas de caza, para procurarse las  proteínas necesarias, que aportaron la dieta que no sólo fue capaz de ir moldeando nuestra fisonomía y fisiología, sino también nuestro cerebro.

Como animal homínido, desprendido de pelaje y dotado de un singular sistema de refrigeración, que lo diferencia del resto de los animales. Si a esta peculiaridad le añadimos la capacidad de unos pies, con una arquitectura perfecta que ofrece la adaptación y amortiguación al conjunto del esqueleto en sus desplazamientos, ante esta perspectiva el homo erectus utilizó como primera arma para obtener la alimentación carnívora: La caza por persistencia.

Homínido y cuadrúpedo se enfrentan en una inquietante batalla por la supervivencia, donde la resistencia del primero deberá hacer frente a la velocidad del segundo. Los animales de cuatro patas necesitan parar con el fin de iniciar un periodo de refresco, donde desprenderse de la elevada temperatura corporal adquirida durante el esfuerzo desarrollado; el mecanismo de su cuerpo le impide refrigerarse estando en continuo movimiento. El homínido, utiliza su sistema de refrigeración para regular su temperatura corporal sin parar, y además tiene la posibilidad de utilizar sus dos manos para procurarse la bebidas durante las largar horas de caza por persistencia, que deberá finalizar con el alcance de la presa por agotamiento.

Antropólogos y etnógrafos ven con buenos ojos estas teorías, donde comenzó la evolución de aquel homo cazador y recolector.

Aquel instinto de supervivencia, se quedo incrustado en algún recóndito lugar de nuestro cerebro, que hoy en día y sometidos a nuestra disciplina, nos hace capaces de desplazar kilómetros y kilómetros bajo nuestra única voluntad de mover nuestro cuerpo y transformar nuestro ancestral necesidad de supervivencia en unos únicos momentos de placer y disfrute.

“Correr nos hizo humanos”.

Aquellos días la ciudad se movía entre las sombras, era extraña, rara, difícil de entender. Su mundo me quería atraer, pero resurgían angustiosas dudas. Solamente me deje llevar aquel único momento en que mi cuerpo extrajo el primigenio instinto de supervivencia, y desde la persistencia de tener siempre un espacio en la maleta, donde acoplar un par de zapatillas, me ofreció la posibilidad de meterme en aquella ciudad, haciendo desaparecer cualquier sombra de duda. 

JMR

lunes, 22 de octubre de 2012

Nos echamos al monte


Antes del alba, cuando la oscuridad tapaba sus sombras y los últimos gritos enmudecían en la ciénaga oscuridad de la noche, con sigilo y en marcha ágil la caravana emprende su marcha.
Muchos son los gritos que cada día se suman a los temores y miedos de una angustiosa vida, donde los esfuerzos y sacrificios no serán suficientes. Muchas son las voces que claman la desesperación de ver la acumulación en unos pocos y como otros muchos inexorablemente son apartados en la temible vía muerta del paro.
Hay que reinventarse, redescubrirse, esforzarse, pero esto parece ser que va al montón de siempre, porque los otros pocos:  Suman, siguen y ganan en su único esfuerzo de tener más.
No llegan las primeras luces cuando unas lúgubres tinieblas engullen la certera y puntual marcha. Los sentidos se agudizan  ante el espectáculo de grises, donde dan pasos las vistas de las 14 torres, escondrijo y atalaya vigilantes de escaramuzas.
Dentro de las entrañas de las empinadas y onduladas montañas, lugar donde en otro tiempo bandidos románticos, lanzados a los escondrijos de las montañas ante pleitos de una balanza de justicia afrancesada desequilibrada, se convirtieron en héroes de un pueblo llano y explotado por políticas de intereses, que velaban más por reventar la saca de acumule de los opulentos al progreso de los humildes, siempre en épocas de exigencias vilmente vilipendiada.
Reinventarse o aprender de la historia recorriendo las empinadas montañas, pisoteando las estrechas veredas, esquivando las escurridizas piedras de anteriores días de lluvia. El cansancio se siente desde los primeros metros, cuando aún no has abandonado las últimas casas, donde un “sos han engañao, donde vais por ahÍ. ¡Muchachos!”. Un terreno húmedo amortigua gratificantemente cada una de las zancadas. Las imprevisibles paredes, hacen que casi en singular gateo arañes metros, y dejes brotar una sonrisa de emoción.
Sierra Morena, lugar de bandidos, lugar donde después de expulsado de tu oficio te echabas al monte. En ese lugar hoy  Mónica, Jesús, Bienve y Julián se tratan de reinventar en la I Carrera de Montaña de XTierra Bañusca.
 Las estrechas veredas de jara que circunda  el pantano del Rumblar, te ofrecen un aroma de tierra húmeda, agua  y piedras, que  hacen retumbar el eco de las voces, convirtiéndolas en miles que gritan al unísono en monocorde clamor.
Sus cimas nos muestran sus amplias vistas panorámicas, las empinadas “bajadas técnicas” te obligan a acortar la zancada, a zigzaguear en inciertos terrenos de refreno. Los impresionantes vaivenes y escarpadas subidas, intercambiados con cortos caminos horizontales de recuperación, te hace sentir el Curro Jiménez de este inicial tambaleante Siglo XXI.
Llegan las casas, los aplausos y la singular alegría de sus gentes. Está  aventura de montaña por Sierra Morena  llega a su fin. En la meta Jesús y Mónica, dos jóvenes laguneros muestran su alegría. Dicen que forman parte de esa generación perdida. Su fuerza y lucha en esta dura carrera de montaña son una muestra palpable de que son jóvenes con garra, que están dispuestos a tejer  su futuro y que si en la mañana del día  de octubre de 2012 nos hemos “tirado al monte”, será porque esta generación adulta, acomodada y hoy constructora de esta sociedad, solamente ha sido capaz de crear un triste castillo de naipes.

NOTA: Quiero felicitar especialmente a Mónica que durante todo el recorrido la he llevado unos metros delante de mí.
Creo que eres todo un ejemplo de constancia y progreso. Sí hoy sumabas 40 carreras, que mejor que subir al pódium para recoger tú merecido segundo puesto sénior de la I Carrera de Montaña XTierra Bañusca.
JMR

domingo, 14 de octubre de 2012

Recuerdos



Haciendo sábado, como siempre haces una entretenía, y mira tú por donde han aparecido estos videos que traen gratos recuerdos. Al ser hoy un día en que  Félix Baumgartner ha cumplido uno de sus retos: “Romper la barrera del sonido en caída libe”, me viene al pelo aquella aventura que para unos laguneros supuso cumplir un reto: “Subir al Angliru, y casi tocar el cielo”.

En fin, disfrutar de estas imágenes, que bien cumplen el lema:”Eres más duro de lo que crees y eres capaz de hacer más de lo que crees”

JMR

domingo, 30 de septiembre de 2012

De donde fue nombrado caballero


Amadís de Gauda, don Belianis de Grecia, Orlando furios de Ariosto, el Caballeros del Febo, Don Olicante de Laura, Florismarte de Hircania El caballero Platir, Palmerín de Oliva, el  caballero Tirante el Blanco, don Kirieleison de Montalván, el Pastor de Iberia, Ninfas de Henares y Desengaño de Zelos,…  grandes caballeros de grandes aventuras, ejemplos de la sinrazón que ilustran este buscador de desventuras, que en ellas desea la noche de vela en armas que le hagan caballero que iguale a sus ilustres.
Adormijado, donde casi todo andaba preparado. Con lento desperece logro enfundar mis pies en colorineros calcetines. Seguidamente y de manera instintiva enlazo cada uno de los cordones de las zapatillas. Tres pasos – no puede ser-. Pie izquierdo y pie derecho muestran desiguales zapatillas,  con singular presteza deshago singular entuerto.
Puerto Lapice, de manera lenta se asoma con aire soñoliento, no en vano andaba en ferias y fiestas. No acabamos de entrar en su plaza (en otro anuncio de villa arriba o villa abajo) que en sus calles se divisa el ajetreo de quien con singular esfuerzo de batalla con brazo de hierro mueve vallas, estira cintas, da gritos, corre para un lado, para el otro, desaparece con su coche, alza los brazos, y entre tanto le da tiempo a dirigir una rápida sonrisa.
Tras un sincrónico balanceo y hacer un recorrido analítico del recorrido, La temperatura muscular adquiere el equilibrio perfecto para dar pequeños saltos de impaciencia en la divisoria línea de salida.
Cierta inquietud trazan miradas. La vigilancia de soslayo parece relajarse para dar lugar a la pregunta: ¿Qué pasa? ¿Dónde está?. El encogimiento de hombros y los signos de desconocimiento se tornan en desconcierto. Diez minutos después de las 10,00 horas, con prisa acelerada agita las manos, sitúa su coche en señal de ser el guía del primero y con voz complaciente nos dice: – todo está listo. Algún c… ha quitado las citas, pero ya están puestas-. Abre la puerta de su coche, para posar los pies sobre su entrada y con figura erguida, retando a todos los que en batalla quieren entrar, agita el brazo y con voz firme y fuerte, grita -¡Vamos!-.
Tras la recién experiencia de mi estrategia “¡temblad! ¡temblad!”, esta vez no será el miedo. Será la fuerza y el vigor de una primera vuelta frenética. Sin tregua y con paso firme consigo obtener la ventaja, dominar el ritmo seguro que por sí sólo aventura crear una distancia ganadora.
Rondado en la segunda vuelta, se desperdigan como rosario a lo largo del recorrido, pareciendo nobles corredores en batalla, donde en este mismo lugar se nombro al gran caballero de la Triste Figura.
Aquel que corre como con  armas en jalde,  parece el valeroso Laurcalco, señor de la Puente de Plata. El otro, que por el trote jadea, asemeja al temido Micocolembo, gran duque de Quirocia. Por el otro lado al siempre vencedor y jamás vencido Timonel de Carcajona, príncipe de la Nueva Vizcaya, liza en singular velocidad para ser el primero en cruzar la meta, y no son de  olvidar aquellos noveles aprendices del llamado Pierres Papin, señor de las baronías de Utrique. Son muchos los nobles corredores que andan en liza de tan singular batalla corredora.
La tercera y última vuelta, tras el escudo con esparraguera que dice “Rastrea mi suerte” del poderoso duque de Nervia, Esparfilardo del Bosque, me vislumbra que el fiel de la balanza  se ha puesto de mi lao.
Dejo mi mente divagar, me olvido del esfuerzo y sólo espero que a la vuelta de la esquina, y una vez dejado de lado el castillo donde tan valerosos caballero manchego velo sus armas, será en ese momento cuando mis brazos se alcen en señal de victoria y bien nombrado caballero.
Corriendo disfrutas, ejercitas tu cuerpo, haces revivir la aventura de aquellos otros que nunca existieron o solamente al mover las piernas recordamos nuestra primigenia ancestral de que nacimos para correr y sobre ello hemos evolucionado. En estos y de esta manera me encontraba en divagante pensamiento, cuando una voz resuena –Julián, ¿Quieres agua? -. Él, con su coche, con su entusiasmo y su garra trata de llegar a todos, de atender a todos, de mantener una carrera que la crearon en honor al gran corredor que en otro tiempo él siempre fue: Antonio Layos Buitrago.
Meta, alegría, descanso,.. el presidente del CA lagunero se acerca me felicita y dice:- creo que has sido el primero de veteranos B-. Yo pongo cara de sorpresa, pero ya lo sabía, porque la estrategia y la zancada desde el primer metro fue de un simpar ganador.
En casa y entre pasos de carros deposito, con exquisito cuidado, tan preciado trofeo. Lo miro, dos figuras una con lanza y otra detrás de forzada zancada que porta escudo lo ilustran.
Mientras desvisto mis ropas de “guerra”, mi cara esboza una sonrisa de felicidad y mi mente deja volar la imaginación para sentirme como aquel gran caballero de gran porte y lanza.
Mis lentos movimientos de desviste se queda petrificaos. Giro lentamente la cabeza, fijo la vista en el pie izquierdo, giro lentamente la cabeza a la derecha y fijo la vista en el pie izquierdo, es en ese preciso momento donde mi imagen de idílico triunfador como gran caballero se hace añicos. Ahora sé que la estrategia minuciosamente ejecutada en cada vuelta no funcionó, que la distancia sabiamente lograda fue una mera quimera, que todo aquello no fue paso por un castillo sino que es venta y que yo aquella mañana adormecido solamente tuve la fortuna de que por descuido me calce unos calcetines del revés.
1º Veterano B (Puerto Lápice 2mil12)

DEDICATORIA: Este ilusionante trofeo se lo dedico a todos aquellos que de vez en cuando bucean por este angosto paraje que aunque no es secarral es lugar de poco vergel.
Fede esta vez estaba escrito, aunque haya sido por la suerte de llevar los calcetines del revés.

JMR

martes, 7 de agosto de 2012

¡Temblad! (un secreto bien guardado)

Dos años seguidos suponen una sobredosis de adrenalina que infestan las venas inexorablemente, tal es la emoción que insufla en cada poro de la piel y en vuelve como niebla cegadora toda la mente, que te pide más.
No basta un tercero y no es suficiente un segundo. Al mismo tiempo que tu cuerpo expulsa los estertores del esfuerzo, tu mente analiza cada metro de concienzuda estrategia, y te dices, el año que viene mis pies pisaran lo más alto y mis brazo amarraran en sublime gozo el trofeo de vencedor.
Recopilas imágenes, unes cada metro de distancia, analizas cada centímetro que te lleva a la meta, consultas especialistas y técnicos. Tras un minucioso informe encuentras el camino de la victoria. Solo necesitas disciplina durante un largo año de entrega a elaborados planes de entreno que te marcaran el camino a la gloria. Todo ello ha sido el secreto mejor guardado, los kilómetros en la sombra, las escasas apariciones atléticas y los despistantes dolores han sido el estudiado falso escenario, que escondía un minucioso plan de entreno personalizado, bajo la estrecha vigilancia de un severo y exigente entrenador que con rígida firmeza, cada día sometía mis músculos a los límites del esfuerzo, quedando el cronómetro como mejor de los testigos de tan exigentes progresos para alcanzar la meta. Sin duda ha sido el mejor secreto cuidadosamente guardado, donde hoy su puesta en la luz es sólo parte de ese riguroso entreno.
La XVI Carrera Popular Las Lagunas 2mil12 está a la vuelta de la esquina, los nombres de los vencedores de las distintas categorías están por escribir. ¡Bueno!, casi todos, porque la categoría veteranos C local el nombre del primero en el pódium es ya una realidad. Ya no valen esfuerzos inútiles y desacompasados. El esfuerzo de última hora es sólo la agonía de ver que cada metro se convierte en insufribles kilómetros, sólo la gloria del triunfo está en las manos de quien durante 365 días ha estado elaborando un entreno de triunfo. Ni las caídas de hojas otoñales, ni las premuras noches frías de invierno, ni los alocados días de polen primaveral o soporíferos agobios caloríficos del presente verano han impedido ser escrupuloso y milimétrico en un entreno de triunfo.
Todo está preparado, sólo quedan días de fría estrategia, de repaso mental de cada centímetro del recorrido, donde la euforia de los primeros metros de asfalto envuelto en blanco encalado muestre mis seguras zancadas. No habrá sombras de arboles de ida y vuelta que escondan el triunfo, no impedirá el suelo inseguro y arenoso de efluvios húmedos de calor tintineante lagunero que impidan mirar el único objetivo posible: SER EL PRIMERO, y será el refresco del agua donde me lanzare con singular vértigo de euforia hacia la victoria segura.
Si me ves detrás, ¡TIEMBLA!, si vas a mi lado, ¡TIEMBLA!, si vas delante, TIEMBLA!.
No alcanzarás el reflejo de mis talones, cada metro se multiplicará por mil en la distancia, donde tú esfuerzo te llevará al abismo del sofoco innecesario. El acompasado respirar de mis pulmones y el rítmico trotar de mis piernas, se convertirán en tu martilleo interminable que transformarán tus deseos de rebasarme en un valle de tinieblas y temores, que te sumirán en desesperanza. No habrá tregua, tu instinto te hará echar la vista atrás, donde tus ojos veran agonizado tu deseo de  ampliar la distancia. Tal será, que en el último resuello, cuando el clamor del triunfo y la cercanía de pisar la línea de meta, se convertirá en crudo  espejismo donde el azote de la realidad te negará el triunfo de quien durante 365 día con concienzudo estudio, espartano entreno y científica estrategia quiere para sí los centímetros del pódium que separan al mejor del resto.
¡TEMBLAD!, ¡TEMBLAD!,… locales C.
JMR

domingo, 22 de julio de 2012

Por el camino de enmedio (MI VOZ)

Cuanto me he acordado de los ronaldos y los messi. No ha sido por la envidia que estos tiempos de atrás les hemos podido dar. Al fin y al cabo “ el circo del balón”, siempre debe continuar (estemos en la situación que estemos) y, como mi mujer  bajo mejor criterio, me argumentaba “por ser los mejores europeos del balón, no nos va a solucionar nada, pero por lo menos que nos llevemos una alegría ante el panorama tan oscuro que tenemos”.
Sin desviarme de a lo que iba, decir que arrastro un dolor punzantes, lateral exterior en el pie izquierdo, que a cada metro de zaqueo me recuerda que algo no marcha  bien; de ahí, que si anduviera próximo a los messi-ronaldos, tal mal andaría olvidado. Pero no acaba todo por aquí, a tan incomoda situación física, en los interiores comenzó un remueve, que en lenguaje próximo al tecnicismo da por llamarse gastroenteritis, que en el caso que me ocupa se unió con exagerada alegría, obligándome a protegerme con agradecidos excusados.
Dicen que no hay dos sin tres, y mira tú por donde, desde hace unos días me acompaña una desagradable sensación de subida de gemelos de piernas, tanto izquierdo y derecho, que todo ello parece decir déjalo.
Mientras con todo esto me digo y le digo,  -que el ritmo y el descanso lo mando yo-, al menos sino es por fuerzas  es por cabezonería  el seguir al tronton con mis peculiares programas de entreno. En tanto en cuanto, todo esto que cuento sobre mi persona, más otros quehaceres,  acontece. He de reconocer que los atletas laguneros van cumpliendo objetivos, por ello, aprovecho para felicitar por su uno más de los triatlón de Pedro, el coraje que muestra Mónica, que no le ha bastado de sorprendernos con la maratón, sino que ha mostrado colosal sacrificio para afrontar un triatlón y como me voy a olvidar de María Luisa que suma su segunda triatlón, ¡olé!,  me dejas con la boca abierta y para finalizar con esta lista de “lagunerostrialoneros”, felicitar a Eladio por su aparición en gloria de esfuerzo, ¡ojala!, esta sea la buena.
Mientras cada uno de nosotros arrastramos nuestra sacrificada y nada recortada cruz, se nos va acercando la XVI Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca. Este año con una importante novedad, muy ligada a los tiempos que corren;  la carrera absoluta, es decir todos aquellos que corren los 9000 metros,  para realizar su inscripción y posterior participación deberán abonar la módica y no exagerada cantidad de 5€ (cuantas carrera superan con creces este peculio).
Es cierto que para seguir celebrando esta carrera, el ente organizador, que es quien corre con la mayoría de los gastos, ha tenido que tomar esta decisión. Al menos comentar que el sistema de  inscripciones, control de salidas y clasificaciones lo hace una empresa especializada en estos eventos. 
No voy a seguir ahondado sobre este tema, porque cualquiera puede extraer y valorar lo que se va o se queda (folletos de años anteriores por ahí pululan).
 Como no puede ser otra manera, lo que aquí digo lo sufre o lo dice el que únicamente esto escribe, que si algún cargo ocupa en este club es únicamente el de socio (al corriente de pagos, hasta el día de hoy). Y como socio participará cuanto tiempo tenga y pueda en la organización de la carrera y que por mucho ajuste y reajuste,  el tiempo de dedicación será gratuito, que sumado a todos aquellos que muchos días anteriores a la carrera y durante la prueba  están dado el “do de pecho” de igual manera, para que todo funcione  a la perfección.
Desde aquí, a ti: atleta y participante, te pido tu participación, es mucho esfuerzo el  que llevamos durante años para que esta carrera lagunera se “seque”, por lo tanto tu participación y presencia es un estímulo, que paga con creces nuestro esfuerzo.
No obstante, y como siempre  fruto de mis reflexiones en los entrenos, he llegado a la conclusión de que los corredores populares inundamos durante un instante calles de ciudades y pueblos, que el 99% de estas carreras, estamos condicionados al abono de cuotas de inscripción, por lo tanto (siempre respetando las normas e indicaciones de los organizadores), elevemos el resuello de nuestra voz; para ello en ese lugar de tu ropaje que creas oportuno “ESCRIBE LO QUE PIENSAS Y MANIFIESTALO”
JMR

lunes, 14 de mayo de 2012

tiocazuela.com

-¡Hace un café!-, siempre con esta llamada establecemos el punto de encuentro. Bajo la degustación de un cortado y un solo, parece que continuamos la conversación del día anterior, a pesar de que la realidad hace que nos alegremos de vernos después de una larga temporada sin coincidir por este nuestro terruño. Hoy es un día, de esos primerizos de calor con aplomo. El abril de hogaño ha venido en aguas y fríos, condicionando la labor de exteriores. Hoy de manera inesperada, me convierto en un invitado espontaneo, donde me van a dar la oportunidad de poder hacer un seguimiento de los inicios de un nuevo proyecto “El Calaminar”. Nos dirigimos caminos las Peñas, no da tiempo a dejar las primeras casas, cuando nos encontramos con un caótico “alambramiento”, parece como si cada una de las barreras de aparcelamiento tratará de amedrentar a cualquiera de los paseantes. Sus estacas de brillante acerado, sujetando sus entramados de alambre parecen abrazar bajo gigantes brazos todo lo que no se menea. Hemos dejado el Calvario, lugar que hasta hace poco se cumplían los ritos sagrados del Vía Crucis, Hileras de cruces tabacosas de construcción popular, que el tiempo, la desidia y pocas ganas de la Administración Civil o Eclesiástica han dejado que se desvanezca o sucumba a otros intereses. Cruzamos la Nava. El Pozo Viejo, cruce de camino de los Moledores, giro a la derecha por los Muermos. A través de un camino complicado divisamos su amontonamiento. Conglomerado de casa, casillas y cercas todas formado un espectro, que parecen querer esconder su pasado. Bajo cámaras en ristre se dispersan, fotografían, graban y comentan. Yo quiero ser un testigo invisible que refleje su recopilación de momentos. El calor se hace notar, sus rayos de martilleo vertical no dan lugar a sombras. Un descanso, cambio de impresiones. El lenguajes es simple y directo, donde para uno son bonos, valores, aquí sólo es “la cartilla”. De la misma manera tratan de trasladarlo a sus imágenes y videos, relatar lo cotidiano, el día a día, la cultura popular, los ritos de la gente llana, su esfuerzo y sacrificios, rescatar su pasado para convertirlo en valor de futuro. Como dice: -con na de dinero, cuanto se puede recuperar-. Los sofocos del calor invitan a unas “gordas”. Se agradecen y refrescan. En la mañana del día 12 de mayo he tenido la dicha de poder ver desde los bastidores el trabajo de lo que cada día cientos de personas bucean desde cualquier distancia y lugar: www.tiocazuela.com. Página que se ha sabido ganar la admiración de muchas gentes, que añoran su tierra desde la distancia, el reclamo de asociaciones locales para ser propagador de sus eventos y el respeto de todo los cheleros. No me quito la gorra porque hace mucho calor, pero el tiocazuela.com sabe que soy un fiel seguidor. Domingo y julio, gracias por vuestra labor. JMR NOTA: Un buen entreno requiere descansos y realizar otras.

martes, 24 de abril de 2012

“Rock `n´Roll Madrid Maratón”



XXXV MARATÓN POPULAR DE MADRID

"Corro, pero no tengo prisa por llegar. Corro buscando nada y encuentro todo".  Aurora Pérez.
Voy a citar, una vez más, a mi querida amiga y atleta española veterana más laureada de todos los tiempos, que el viernes previo a esta Maratón daba una charla junto a Martín Fiz en la Feria del Corredor. Y es que pocas palabras pueden decir tanto.
Los que llevamos unos años en el oficio de “carrerista” (según el Diccionario de la RAE: “Persona aficionada o concurrente a las carreras”) no podemos explicar muy bien a “los otros” el sentido del esfuerzo que supone una prueba tan exigente como la Maratón. Y además no te deja indiferente ni admite término medio, o la odias o, una vez que acabas, empiezas a plantearte cuál será la siguiente.
Es una locura, una aventura, un machaque, una droga que engancha, un paseo turístico por la ciudad, una ruta de cañas y tapas, mejor dicho, bebidas isotónicas y geles o barritas energéticas, un reto, una obsesión, un placer, un castigo, una bendición. Una suerte tener salud para terminarla.
Es como la vida misma. Atraviesas momentos de euforia, como en la salida. Momentos de bajón, como la soledad de algunos kilómetros sin público. Nuevo subidón  al saludar a aquella persona conocida que te ha reconocido en el rio de participantes. Nuevo bajón cuando empiezas a sentir alguna molestia preocupante. De nuevo te sientes el rey del asfalto cuando calculas que tu ilusión y fuerza de voluntad superan a los km que te quedan por llegar. Y así se van sucediendo los altos con los bajos. Y es que son muchos minutos corriendo en compañía pero solo, con amigos o conocidos que encuentras en el camino pero contigo mismo en los momentos de dificultad.
Este domingo 22 de abril 7 atletas laguneros tomaron las calles de Madrid, constituyendo la mayor representación de este joven club en la prueba. 4 debutantes y 3 veteranos salimos mezclados en 2 grupos para luego repartirnos estratégicamente por el recorrido. En realidad uno más, el octavo maratoniano, estuvo muy presente y animándonos en distintos puntos del recorrido, Pedro Sicilia, al que dedicamos nuestra carrera pues por una inoportuna lesión le impidió redondear la cifra y continuar sus 10 participaciones consecutivas en MAPOMA.
Debutaban un padre y una hija, Bienve y Mónica, en otro hecho sin precedentes en nuestro pueblo. Junto con Isidro y Casero, completaban ese cuarteto de corredores que viven su primera e inolvidable experiencia de lucha contra la distancia y con afán de superación. Sólo los que han vivido esta situación conocen el aluvión de sentimientos que se agolpan en los últimos metros llegando a meta.
Completaban el equipo desplazado a Madrid los hermanos Florencia y Juanjo, y el que suscribe, Pedro, que disfrutamos como niños. No era momento de mejorar marcas, me quedo con la gratificante labor de acompañar a un debutante, intentando saborear y contagiarme de su emoción al recorrer la última recta del Retiro.
¿Para cuándo la próxima? No sé si podremos aguantar un año hasta Madrid 2013, nuestro apetito de kilómetros es insaciable y el panorama nacional e internacional nos presenta un menú bastante variado de pruebas a las que hincarles el diente.

PFMR

lunes, 9 de abril de 2012

La mística del correr o el cambio de hora

Hay ocasiones en que sin buscarlo lo encuentras. Aquel día, estaba decidido, después de unos días varado, se daban casi todas los ingredientes para aplicar un aire tronton a mis piernas.
Arreciaba un fuerte viento, para mi entender el peor de los enemigos del corredor. Cada cruce de calles se convertía en un revuelo de pelos y azote de ropas, pero el lugar merecía la pena conocerlo al tronton.
En dos zancas me encuentro en todo un esplendido paseo marítimo. Dos posibilidades, a la izquierda playa de construcciones modernas turísticas y a la derecha la posibilidad de rodear un histórico casco. La elección se hace fácil.
Dejado por el capricho de conocer y bordear una costa amurallada, con los primeros braceos compruebo que el viento de levante favorece mi trotar. El aullido del viento se entremezcla con el alterado Atlántico. Las imágenes merece la incomodidad del aire racheado, además quiero rodear todo una antigua ciudad costera amurallada, testigo de mil batallas en la mar.
En uno de los movimiento oteantes, compruebo que el Sol esta entrado en picado hacia el horizonte marino. No lo dudo y recalculo el entreno. No puedo perderme este espectáculo para un trotonero de tierras adentro.
Aprovecho la oportunidad de mi móvil con pixeles, para inmortalizar el acontecimiento, es una ocasión que pocas veces voy a tener: Correr, ver el mar, su horizonte, su sonido, el viento y al fondo la rendición del dios sol ante un mar embravecido.
Cuando todo ello va aconteciendo, el conglomerado de sensaciones se ven como el azote alterno de un embravecido oleaje. El racheado viento comienza a mezclar música de tambores y trompetas. Es magnífico, trato de ubicarlos sólo logro percibir sus sonidos, al mismo tiempo que avanzo los sonidos cambian. Se encuentran esparcidos, y aunque andan en ensayos, su música me lanza al camino que enlaza al castillo de San Sebastián. El viento parece querer expulsarme de su estrecho, de vez en cuando algún que otro oleaje invade mi cuerpo. Merece la pena, al fondo el Sol comienza a acariciar el horizonte. Quiero llegar al finito de la tierra, quiero ver como la diosa Mar engulle el dios Sol.
Viento, Mar, horizonte, Sol, Tambores, Cornetas,… respiro hondo. No corro, solamente miro y disfruto de un espectáculo que en tierra adentro no se ve.
JMR
NOTA: Tierra adentro se pueden ver otras cosas:
Puesta de sol un 8 de abril dee 2012 en las lagunas de Villafranca de los Caballeros

sábado, 31 de marzo de 2012

La máquina

Corrían los principios de un floreciente año de 1976, cuando dejado llevar por el más espabilao del grupo nos lanza a la aventura. – Vamos a la Ciudad Deportiva del Real Madrid -. En aquellos tiempo poco te echaba para atrás, y menos si estabas en grupo.
Desde la estación de Chamartín (en pleno remozo), nos montamos en el bus, donde después de una corta ruta nos vimos en las puertas tan amplias instalaciones. No teníamos ni un duro para gastar de más y allí delante de la puerta permanecimos, donde la grandeza estaba en que en sus adentro uno podía patinar en hielo.
Por un momento me quede “pasmao”. Mis ojos no daban crédito, allí en la calle entre el trasiego de gente y vehículos, una pareja, como actores principales de imágenes escénicas se encontraban apasionadamente abrazados, al mismo tiempo que fundían sus bocas en ardor, mis tabúes se hacían “añiscos”. Me quede embobao mis ojos debieron ser frotados para ver entre luces de farolas lo que años atrás era furtivamente realizado entre mantas de quicios de puertas.
Años después y en mi primer desplazamiento de metro para cumplir con mi obligación patriótica de “la mili”, aventurado por la tímida seguridad de haber pasado de recluta a soldado de valor se supone, me atreví a desviar mi ruta y aflorar mi cabeza en la famosa Puerta del Sol. Allí estaba, sólo. En medio de un incesante trajinar de gentes. Era un domingo de tarde de primavera. Mis pies se anclaron. No era capaz de ir más allá de 10 metros de la boca de metro. Tenía la sensación de que de ir más allá, aquella marabunta me absolvería o que en el mejor de los casos aquella “boca de metros” acabaría desapareciendo del lugar. No fueron más de cinco minutos en la superficie, donde permanecí inmóvil y anhelao. Fue suficiente para pensar que aquello era muy grande y con bastante más gente que los que purulabamos apasionadamente entre “El Roce”, el “Exágono” o los cines de “Morrós” o” Vitor”.
De aquellos entonces, hasta estos ahoras han pasado muchos muchos años (no menos de treinta y cinco). Refiero esto porque después de tanto años, creo que para mi orgullo sigo percibiendo esos ahogos de convencido pueblerino, a veces en castizo soberbio es etiquetado como “paleto”.
La fuerza de la alta velocidad a gran distancia me ha desplazado y en compensación el día me va a tener ocupao. Son varios los días, como siempre en la “escusa” que acompaña mi moderna maleta lleva: Unos calzones , un pirata y calcetines Kalenji, todo ello acompañado de una camiseta técnica de la carrera de la turno y sin olvidar las zapatillas.
-El gimnasio está en la primera planta- me dice una amable recepcionista.
Al día siguiente, en mañana tempranera, de segunda a primera planta donde busco y remiro, dudo si aun sigo adormecido. Restaurante tal a la izquierda, salón cual a la derecha, al frente habitaciones de tal a cual siga la flecha. Miro el reloj y bajo a recepción.
-Según sale del ascensor a la izquierda- me dice el amable recepcionista. Subo. –¡Na!, que no atino- es lo que me digo, porque por más que miro no veo un letrero que diga “Gimnasio”.
Eureka, por fin una amable empleada me dice: -¡Sr.!, está ahí enfrente-. Cierto una enorme cristalera opaca, con un enorme y moderno rotulado que indica “FITNESS”.
Encaro la cinta. Subo con respeto. Pulso un botón. Na da na. Más botones, por fin comienza a rodar y yo a trotar. Anduve o corruve por casi 45´. Las sensaciones extrañas, el sudor raro, la brisa marina estática, de horizonte plano y vista cortas.
Así en máquina mañanera mis piernas se vieron ejercitando un correr diferente, moderno, actual y sobretodo safety.
Y tras un encorsetado aire malagueño, regreso en veloz distancia, acompañado de restos de sudor frio, que fueron ahuyentados por los zambombazos de un 26 de marzo de 1812, donde el Riato se hizo testigo de cómo el pueblo chelero dió palpelo en singular batalla al franchute invasor.

JMR
ESCUSA: Especie de cesta hecha con pleita o esparto para llevar la comida (avío) al campo (mirar en el diccionario chelero)

viernes, 9 de marzo de 2012

11M

… Tampoco sabes por qué tú estás allí, rodeado de aquellos amigos, sintiéndote más vivo a cada paso que corres, y te olvidas de que te duelen los pies y las piernas, incluso de que te asfixias hasta el punto de que tienes que pararte y caminar unos metros, y das las gracias por estar disfrutando de ese primer sol frio del día con Vilches, con Paco rico, con Montañes, con Miguel Campos, con Sayo, con el Pelos, con Dani, con Juanjo,…
Es verdad que no siempre resulta fácil. Los recuerdos los malos, permanecen agazapados y a veces vuelven. Encuentran mil puertas para presentarse. Las imágenes de cualquier guerra, de cualquier accidente, de otros atentados… Todas esas imágenes te devuelven a tu atentado. O sales a la calle y ves un cartel, cualquier cartel, en el que parece el número 11. Y tú lo asocias. O ves un tren, aunque sea un tren de juguete. Y tú lo asocias. Los psiquiatras me han dado de alta, pero no puedo dormir sin medicación.
Generalmente no duermo más de dos o tres horas seguidas. Pero ya puedo aceptar mi situación. Me he acostumbrado a aceptarlo. A eso es a lo que me han enseñado los psicólogos. A eso, y a sacar la angustia.
Desde el atentado he corrido tres maratones. Ya no me importa el tiempo que tardo. Mentiría si dijera que no me gustaría volver a correrlos en tres horas. Pero simplemente ya no puedo. Los pies que parecen estar pisando plásticos de burbujas, y que a veces se duermen, ya no me dejan. Ni las piernas, que cuando les pido demasiado se agarrotan y me producen calambres tan fuertes que tengo que golpearlas con los puños mientras hago estiramientos hasta que las contracturas se relajan. Ni mi sentido del equilibrio. A veces durante las carreras, o simplemente cuando estoy caminando en las pruebas de orientación, lo pierdo y me caigo. Me caigo mucho. Pero siempre me levanto y continúo.

2. Tengo que seguir. Gonzalo Villamarín, corredor de maratones y pruebas de ultrafondo. Víctima del 11-M (La pasión de correr,Francisco Medina).

domingo, 26 de febrero de 2012

Entreno con mascaritas

Con la tregua del frio, se imponen el calorcillo de los rayos solares invernales y es fin de semana carnavalero.
No hay mejor forma que iniciarlo con una suculenta cena entre algunos de los amigos y para ello que mejor invitarlos entre un buen fuego hogareño. Como dicho estaba: - Esta noche estas invitado a cenar -. Con todas las avituallas ergoyo allí se presentó: Harina de almortas, setas y vino. De invitado a cocinero y con unas buenas gachas nos degusto.
De la cena bien paneada, y en vez en cuando una enérgica libación, con el mejor caldo de los viñedos de la ribera del amarguillo, con denominación de origen “cuarteroncete” .
En la penumbra de las luces, mi vecino experto barman, nos ofrece su atención: - Un benfiter con tónica-. Noche de disfraces . Del silencio de la música pasamos a la oscura “procesión”. Se nombran los primeros, que son antes que los terceros. Siempre y como cada años damos nuestra opinión. Un ligero efluvio de vapor me recuerda que tempranico andaremos al tronton.
Domingo de mascaritas.
Todos los que estábamos, andábamos preparados. Desde donde el frio se mezcla con la tierra y el agua, en cumplidas mascaritas andábamos enfundaos. Guantes esconde manos, “braga” tapa caras, gorro guardapelos y muchas capas dan el inicio de los primeros comienzos de un gran día.
-¿a qué no me conoces?- parece ser, querer decir los primeros pasos de los atletas laguneros que, escondidos tras las capas hacen sus primeros pasos de titubeo. – Que frio la semana pasa-, - que incomodo el viento-, - ¡cuidao!, con este nuevo que tira fuerte-,… frases sueltas y dispersas que van entonado el ritmo.
Las gargantas ajustadas bracean a un ritmo acompasado de - ¡parece mentira que, no me conozcas-.
El sol comienza abrazar nuestros cuerpos, el ritmo, ya va a su ritmo. Es el momento de disfrutar de la fiesta, de quitarse la máscara. Estamos en el momento del equilibrio, las fuerzas y las bromas se sienten compatibles. – Aquella puritana mujer que decide perder su….- o el – tomellosero que es lanzado a la luna, junto con…- es la etapa de la “correrisoterapia”.
Trotar, reír, disfrutar, bromear entre mascaritas de carnaval.
JMR

domingo, 12 de febrero de 2012

Un día cualquiera




Entre bocinazos, retenciones y despacios de la tempranera mañana, vislumbro al fondo una luna redonda y mágica. Faltan horas para los rayos solares, y es la luna llena mañanera la que nos augura un día, largo, duro y tedioso.
Después de despertar los músculos y tensarlos, mediante movimientos repetitivos que rompen el frio penetrante de una noche de temperaturas glaciales, comenzamos la jornada en puntual hora inglesa .
El dios sol desde su mañaneros inicios, efectúa un continuo y lento caminar, donde los cristales simular un viento cortante, mientras desde las sombras de umbría esperan el oscurecer noctambulo que afiancen los hielos febriles del invierno.
Llega la tarde, y con el paso de la tarde el temprano anochecer. Va llegando la hora, esa hora de las zapatillas y multicapas. –Que moral tienes, uds-, me dice casi cada uno de los días una señora en sus últimos quehaceres. Le sonrío y bromeo. Pa mis adentros, me digo: -No tengo ni pizca de ganas, y menos me siento valiente-. Soy todo pereza y desgana. Quiero dejarme llevar por la justificación del cansancio; por mi mente salta ideas y ganas que me motivan a dejarlo para otro día.
Siento la pereza y la pereza me quiere arrastrar.
Las capas se suceden, esta vez la” braga” la subo hasta sólo dejar visible el amarillento color de mis gafas corredoras, dispongo las orejeras, me sitúo mi ojo de cíclope, móvil al bolsillo y guantes que no falten. He roto el maleficio de la pereza que cada día me invade.
Trotar, vencer las ráfagas de viento, aguantar los gélidos aires del anochecer, mover los brazos y sentir el vaho en tinieblas, trotar.
Intento levantar las piernas, ampliar la zancada, quiero dar la sensación de ir a menor ritmo. Por su ruido y sus paso cortos y rápidos se acercan, siento que me desean alcanzar y rebasar . Amplio la zancada, quiero mantener un ritmo despreocupado, ajeno a cualquier otro trotar. Su respiración, su constancia, los golpes y resoplidos se van acercando. Braceo, mientras todo el cuerpo filtra los frios que van tomando la noche. Me va alcanzar, por sus cortos pasos, por su constancia, por su zapatilleo en el suelo y por su respiración, dibujo en mi mente a una persona adulta, varón, próximo a los sesenta o algo más, quízas con rasgos atléticos.
Me roza su viento y me rebasa. Ella es corredora, sobre la cuarentena, atlética y de ritmo vivo. Será que el frio traspasa mis orejeras, será que el viento hiela mi sesera. Sigo a mi trote y enciendo mi ojo de cíclope (me facilita ir por lugares oscuros, tranquilos y casi aislados).
Cuesta arriba, cuesta abajo, camino llanero, trotar, bracear, levantar los pies, … rompo en sudor, donde el aire gélido penetra en cada uno de las capas, expulso vaho que parece congelarse y la nariz suelta una leve moquita de estalactica.
Cuando el ritmo me invade y el sudor se encoge en frio, siento otros pasos. Esta vez mi cuerpo está en ritmo. Respiro y expulso su vaho. Quito con mi guante mi estalactita. Zanqueo y mientras braceo, de los ojos brotan lágrimas de frio, que surcan mis mejillas y sorbo en desaires de mantener un ritmo trotonero que me lance al amanecer del siguiente día.

JMR

domingo, 5 de febrero de 2012

Tengo que seguir

“Dejarme ir… La tentación está siempre ahí cuando te sientes al borde del agotamiento. Dejarte ir. ¿Para qué seguir sufriendo?. Pero yo no lo hago nunca. Quizá esté en mí naturaleza. Y quizá porque soy corredor entrené esa resistencia al desánimo y al abandono.” Gonzalo Villamarín-

sábado, 21 de enero de 2012

6 de enero (de esollón y cardenal)




Para ser festivo, andábame trotando un tanto temprano, esta vez la zona era de muy novedoso ver. Sin embargo el crujir de su arena sobre mis zapatillas poco difería de cualquier otro lugar. No andaba muy familiarizado con el terreno, no sólo por el que había comenzado a dar vueltas de tío vivo, sino de la forma de llegar allí y retornar.
El sol que afloraba de manera tímida, aportaba una luz de casi de atardecer. Tras mi lento trontoneo, no dejaba de virar la vista al frente, a la izquierda y a la derecha; no quería dejar nada por explorar.
El suelo era arenoso, formado por una tupida capa de “chinas”. No había que temer cuestas, algún que otro giro y por eso de hacerlo algo más largo debía de salvar algunos tramos de rocosas escaleras.
Me encontraba en la última vuelta, después de vadear por unas escaleras, al fondo diviso dos siluetas. Calculo la distancia y alzo la zancada, quiero hacer un último esfuerzo para transformar este entreno en una victoria.
Corro, braceo y me acerco. Analizo y pienso. Cuando la estrategia de adelanto está preparada. En el último momento, y ante un justo camino las figuras se abren,- ¡NO!, entra por medio- me digo. Sin tiempo para más, cojo el camino de en medio.
La punta de la zapatilla (no se si la izquierda o la derecha), da un punta pie. Mi cuerpo se abalanza. Me extiendo por los suelos. Noto un deslizamiento en lija. Unas palabras que logro descifrar me tratan de decir algo así como “le ha ocurrido algo?”. Yo digo: - estoy bien, gracias-me mira , y me da que piensa –De dónde ha salido éste-.
Vuelvo a casa. Sigo las marcas, recta en profunda curva, reloj, banderas, pajarraco, cura en pilastra y giro a la derecha. Es en este momento, cuando todos los portales son iguales, y el frio seca mi húmedo cuerpo, cuando me digo la bruja Befana me ha traído un “esollón” por la izquierda en hinchazón, un gran “cardenal” por la derecha y un frio en vertical que si tardo mucho más en centrar el dichoso portal me tienen que amparar.
Entró y bromeo. Ducha, café y galletas. Me relajo, miro el reloj (mejor dicho el móvil). Son las 12,15 horas, en ese momento me da que me queda por hacer algo. Pienso. Mientras siento el sol que tras su paso por la ventana choca con mi espalda, no me viene eso que me queda por hacer.
Una voz, me dice: -Venga vamos, que hoy hay mucho que andar y ver-.
Na que este cambio de aires me tiene “aventao” y, me da que por mucho andar y ver, me queda hoy algo por hacer.

JMR

sábado, 14 de enero de 2012

No tiene precio

Una mañana dominguera de otoño, aparecí con mi cámara chiquitilla y dije – hoy vamos a grabar-. De pronto se produjo una esparramera, parecía que esto no era lo previsto.

Viendo que con cuatro voces de ánimo no llegábamos a buen puerto, sólo era grabar lo primero que se acertará a hacer y decir.

Cámara en ristre y al tronton, mientras aparecían los primeros sudores, cuan subidón etílico el personal se fue animando. Frases, voces, gestos, comentarios, risas,. .. todo se fue recogiendo. No hubo ensayo ni repetición. Al final cada uno puso con buen humor lo mejor de sí y de una manera deportiva.

Las Lagunas es un espacio que nos brinda cada mañana de domingo, los que por allí aparecen, la posibilidad de recorrer tan excepcional humedal del Centro de La Mancha. Aquella mañana, se entreno, nos divertimos y quizás alguno des cubrió su faceta artística.