miércoles, 17 de julio de 2013

El Rey ha muerto,...

Muchos han sido las ciudades y sus distintos espacios, incluso ha ido mucho más allá de una simple atracción física, en donde el tiempo ha entremezclado sentimientos, ilusiones, llantos, alegrías, proyectos,… que poco a poco han ido produciendo un proceso, hasta llegar a un estado metafísico.

Adidas Supernova
Quizás si  mi nacimiento hubiera sido allá por las antiguas barrancas del cobre de Chihuahua, esto que ahora digo poco me importaría. Sería un Raramuri, donde mis pies se encontrarían envueltos en unas simples albarcas, cuando no, mis pies estarían acostumbrados a pisar y correr entre el terreno desde su forma más natural. Pero nací en Villafranca de los Caballeros, y fue allá por los años 60, cuando todavía algunos andaban descalzos, otros muchos utilizaban alpargatas y como siempre los que por entonces éramos pequeñajos nos chiflaba andar por los suelos en la expresión más minimalista (que dirían hoy en día), en la que una voz autoritaria sentenciaba –¡ande vas así!, ahora mismo ponte las zapatillas -, mientras se blandía la zapatilla entre las manos.

Han pasado muchos años desde aquel entonces, y muchas han sido las zapatillas, que con su evolución deportiva han ido cubriendo mis pies. Hoy aquellas últimas zapatillas, las supernovas, que tantas y tantas horas me han acompañado, tantas y tantas kilómetros han protegido mis pies y que en largos silencios de trontoneo  han  llegando a susurrarme. Estas zapatillas que siempre han tenido un rincón en la maleta, que me han seguido en todos y cada uno de mis desplazamientos, que han entrenado un día y otro también, que han competido hasta la extenuación. Hoy esas zapatillas, el complemento rey del corredor, han muerto.  En un acto supremo final han superado los kilómetros que marca las buenas prácticas del uso zapatillar deportivo, incluso han superando el sobre esfuerzo de ser las únicas zapatillas que han estado siempre presentes en cualquier entreno o reto deportivo, a pesar de todo ello sus últimos esfuerzos han sido un autentico acto de  “devotio”.

¡VIVA EL REY!

Asics Kayano 19
Cuando las situaciones se ven de venir, poco a poco vas haciendo un estrecho marcaje. Localizas marcas, modelos, tiendas, páginas web, comentas con unos y con otros. Haces cuentas y cálculos, para que al fin surja lo irremediable unas nuevas zapatilla: ¡VIVAN LAS KAYANO19!.

Esta vez, he apostado fuerte. He elegido la zapatilla de las zapatillas y desde el mismo momento que como un guante envuelve los pies para lanzarme a trontonear en sus primeros kilómetros, casi con esta puesta de largo ha tomado forma un proyecto CXC=S (Correr por el Camino para llegar a Santiago).

Nuevos retos, nuevos objetivos o simplemente el simple deseo de poder seguir plantándome las zapatillas para volver a lograr esa  especial simbiosis que sólo el tiempo, la constancia y la necesidad de correr por correr unen al corredor con sus zapatillas.

JMR

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