lunes, 1 de abril de 2013

Camino a Urda

En la madruga, en la raíz del alba, donde el recogimiento de noctámbulos entran en levitación, en ese momento, donde un amarillento oscuro color acaricia el alba del amanecer y una joven pareja se abrazan en el silencio de la madrugá, nueve caminantes se juntan en el Roce.

La calle del Toledillo se convierte en punto de partida de caminantes. Caminantes que se adentran en un nuevo trazado.

Itinerario de caminos.

El vigor desperezante de la madrugá marca la salida de las tintineantes luces que alumbran las calles, son los comienzos de caminos los que dejan sentir una altananza  de alboroto, ante la posibilidad de marca  una nueva ruta, que surcando el lado sur de las urbes que se cruzan en  los caminos que nos llevan a Urda.

La luna auxiliada por frontales va abriendo la estela que en las espaldas dejan las marcas de la caída del alba. Cerro Gallego, su paso deja un vivo ritmo marcado a son de gpss y será un poco más allá de sus altos cerros donde el Sol nos de entrada una luminosa mañana, donde el cruce de nubes y vaivenes de brisas propicie un caminar placentero.

Será la ronda de Estevilla la que nos lleve por la calle Empedrada, único viales camuñanos testigos urbanos de estos caminantes en ruta.

El cruce del río Amarguillo nos sitúa ante una CM 42, que pasadas las 9:30 horas nos lanza por unos vigoroso y verdosos campos, que nos enfila al cruce de una nueva y robusta vía: La A 4.
La duda de unos ojos que abran la ruta, nos obligan a buscar un paso de puentes, donde un amojonamiento de aturullados sarmientos nos ofrecen el descanso abrigado de unos primeros bocados.

Tortilla a la francesa, queso en bocadillo, plátanos, naranjas, almendras y algo de chocolates son las viandas que circulan mientras ofrecen un fugaz descanso a pies y calzos.

Al fondo y a la derecha emerge en blanco y altozana la torre de aguas de Madridejos, más al fondo castillo y molinos nos marquean el camino.

Bajo singular tiralíneas, se ofrecerá en vértice la prominente  blanca torre octogonal, que encubre  su depósito de aguas potables que trasiega con brío. En brío siguen fluyendo los pasos, mientras en maestral trazado de semicírculo se nos ofrece Consuegra. En la distancia nos ofrece sus casas, dominadas por castillo y molinos.

Valdespino, arroyo de agua cristalina y sonora que temporalmente sustenta al temporal Amarguillo.
Consuegra en la distancia y en nuestra margen derecha nos enfila al monte bajo, cruce entre canteras y antenas que se  escabullen.

Los pies son presas del fuego, donde un arroyo alivia aquellos que los llevan algo doloridos.

Áridos, vallas y vertedero, camino de piedras afiladas, que tras afilados ladridos nos llevan en bajada por el camino Viejo del Convento, invitando a un entrante por la primera Travesía de Ronda.

14,00 horas, unos caminantes y peregrinos, en año Jubilar entran en la Ermita del Cristo de Urda: Sara, Silve, Tere,  Jose Manuel,  J.M. el Chirla, Miguel, Eugenio, Bienve y Julián (Los kilómetros que los diga el gpese).

A Villafranca de los Caballeros, 30 de marzo, 2013.

JMR

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