martes, 5 de febrero de 2013

Amorcillao


Cuanto menos haces, menos quieres.  Y ahí estaba soberbiamente amorcillao, dejándome llevar por la somnolencia intermitente. Esto me daba que lo marcao para el fin de semana no se iba a cumplir, al estar embargado por un sublime amorcillamiento.

Cosas de las tecnologías, con las desganas de seguir en mi amorcillamiento, escribo en google “carreras populares” y me aparece: I Carrera Popular Solidaria La Candelaria Pioz.

Son 6€, uno de ellos es para la ONG James Moiben, y  que te puedes inscribir con sólo mandar un simple  correo electrónico  sin cierre de inscripciones.

Amanece una mañana soleada engañosa, donde el hielo de la fuente en la plaza Mayor de Pioz, anuncia que hace un frio que rasca y que el mejor calentamiento se hace al abriago, aprovechando cada uno de los rayos solares que recoge la pared a la solana.

Puntualidad ninguna, después de calentar y recalentar, anuncian que les disculpemos pero que se retrasa media hora. Sorprendentemente el grupo de atletas que andábamos cobijado tras los rayos solares, con gestos de indiferencia, asumimos dicho retraso.

11,00 horas de la mañana, se da la voz de salida. Hasta ese momento mis sensaciones y mis ánimos eran ninguno. En algún momento que otro pensé en recoger el hato y volverme a casa (de vez en cuando, me aparecían resquicios de amorcillamineto).

Una vez que inicio mi ritmo, aprecio un ligero subidón. No conozco nada del itinerario de los 10Km, pero por el lugar que ocupa Pioz, espero encontrarme con unos cuantos sube y baja. Inexplicablemente y de manera pronta me encuentro con el km 1, luego el 2  y seguidamente el 3. Pienso que la medición anda corta.

Pioz, Villa situada en la Alcarria baja de la provincia de Guadalajara. Municipio que anda por los 3milypico habitantes, pero que por el recorrido que tan rápidamente pasa por mis pies, detecto que está poblado por incesantes urbanizaciones que florecieron en los años de la gran gloria inmobiliaria. Entre escasos aplausos, siempre por pocos que sean, dignos de agradecer, pero que en este caso sus espacios eran perfectamente cubiertos por los ladridos de perros/as de envergadura (por lo bronco de sus ladridos), que traspasaban la abundante arizónica que acota cada una de las viviendas chalets-unifamiliares.

Buen ritmo. Doy alcance a un corredor de la vecina localidad de Mondejar. Con fuerza y con ganas, establezco el corto dialogo que me posibilita el sofoco. Tras cruzar unas palabras, me informa que estamos a 2.800 metros  de la meta. Me da una alegría, pues mi reloj trontonlógico me estaba marcando 3500 para la meta (más o menos). Tras el cruce de comentarios y apreciando que su reloj controla hasta cada uno de los metros que pasan por nuestros pies, decido que si las fuerzas me responden seré su compañía hasta la meta.
Pioz, Villa de la Alcarria Baja de la provincia de Guadalajara. Municipio que honorablemente (ahora se dice así) es el municipio más endeudado de España, hasta tal punto que dicen que necesita 7.058 años para saldar sus deudas, ahora sí,  su depuradora vale para su población actual multiplicada por 20 (por poner un ejemplo). Nos acercamos al casco antiguo o pueblo real, comenzamos un zigzageo por sus calles que nos va anunciando que al revolver cualquier esquina nos encontraremos con la meta. Un mondejano y un chelero, en la misma línea de meta se chocan las manos, y por su agradable compañía me siento en la obligación de invitarle a la próxima carrera popular de las lagunas.

El sol suelta con alegría sus rayos de sol en la plaza Mayor de Pioz, el reloj de la torre de su ayuntamiento con sonido de carrillón anuncia la hora del Ángelus y yo, con una torta de la Candelaria bajo el brazo (Fiesta tradicional de esta Villa), cojo carretera y manta.

JMR
NOTA: La bolsa del corredor muy pobre, muy pobre, demasiado pobre.

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