sábado, 20 de diciembre de 2008

Agua para todos.

Pin, pan, pun, ¡ya!, con cencerro, con campana, con bocina, con cohetes, etc., muchas e incontables son las formas de dar la salida y algunas de ellas muy curiosa; pero, todas tienen como objetivo el inicio deportivo de una prueba atlética, ya sea federada o popular, para que sus participantes, bajo unas mismas reglas, salgan “despavoridos” para conseguir la meta propuesta, basada en más o menos entrenamientos.

Curiosamente!, el otro día, tuve la experiencia de asistir como público involuntario de una extraña carrera, aunque dado las circunstancias y la forma con la que se desarrollo más bien me sentí como atónito testigo presencial.

Eran las 11 horas de una mañana con débil sol y bastante frio, hora lógica del inicio de cualquier carrera en este tiempo. A escasos 20 metros se encontraba el grupo de participantes, no serían más de diez, como curiosidad diferenciadora era su posición en la línea de salida, todas/os estaban arremolinas, formando un semicírculo. De pronto y bajo un grito fuerte y seco de ¡Agua!, una persona, varón de no más de 30 años y rasgos afro-africano tira de una cuerda y con gestos asustadizos trata de salir corriendo, el resto de competidoras/es, dan unos paso para atrás y lo que sostienen en la mano, lo mantienen. El de gestos asustadizos, les extiende la mano y trata de recuperar el objeto o su equivalente en monedas. Las más se hacen las desentendías, otros se giran y alguna parece entregarle algo. El caso es que el de rasgo afro-africano, sale despavorido corriendo, mientras el resto de competidoras/es, hacen como si la competición no fuera con ellas. Yo en ese momento, más que espectador de una carrera con las mismas reglas, me quedo pasmao por sentirme testigo atónito de una competición desigual, injusta e intolerante.

Como estamos en fechas, al menos así yo lo siento, de frases huecas, tópicos vacios y de deseos vanos. Sin querer cambiar ni siquiera una bombilla de colorines y mucho menos a muñecos colgantes, reclamo que él que participe en una competición, sea la que sea, al menos lo hagan en igualdad de condiciones. Qué cuando una voz oculta grite ¡agua!, sea para todos y, a todos se nos tensen los músculos, se nos ruborice el rostro, se nos angustia el alma y al salir sobresaltadamente corriendo entendamos que algo nos queda por cambiar para ser más iguales, más justos y más tolerantes.

PARA TI: Porque alguna palabra he cruzado contigo, porque alguna sonrisa distendida he tenido contigo, porque cuando lo supe me quede atónito, porque hay injusticias que entre todos podemos corregir, porque otras una solo las tiene que afrontar, porque tienes que luchar, porque sé que lo vas a conseguir, porque sé que vas a salir, porque los que te conocemos te queremos dar fuerza, porque…¡vas a ganar!.

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