viernes, 9 de marzo de 2012

11M

… Tampoco sabes por qué tú estás allí, rodeado de aquellos amigos, sintiéndote más vivo a cada paso que corres, y te olvidas de que te duelen los pies y las piernas, incluso de que te asfixias hasta el punto de que tienes que pararte y caminar unos metros, y das las gracias por estar disfrutando de ese primer sol frio del día con Vilches, con Paco rico, con Montañes, con Miguel Campos, con Sayo, con el Pelos, con Dani, con Juanjo,…
Es verdad que no siempre resulta fácil. Los recuerdos los malos, permanecen agazapados y a veces vuelven. Encuentran mil puertas para presentarse. Las imágenes de cualquier guerra, de cualquier accidente, de otros atentados… Todas esas imágenes te devuelven a tu atentado. O sales a la calle y ves un cartel, cualquier cartel, en el que parece el número 11. Y tú lo asocias. O ves un tren, aunque sea un tren de juguete. Y tú lo asocias. Los psiquiatras me han dado de alta, pero no puedo dormir sin medicación.
Generalmente no duermo más de dos o tres horas seguidas. Pero ya puedo aceptar mi situación. Me he acostumbrado a aceptarlo. A eso es a lo que me han enseñado los psicólogos. A eso, y a sacar la angustia.
Desde el atentado he corrido tres maratones. Ya no me importa el tiempo que tardo. Mentiría si dijera que no me gustaría volver a correrlos en tres horas. Pero simplemente ya no puedo. Los pies que parecen estar pisando plásticos de burbujas, y que a veces se duermen, ya no me dejan. Ni las piernas, que cuando les pido demasiado se agarrotan y me producen calambres tan fuertes que tengo que golpearlas con los puños mientras hago estiramientos hasta que las contracturas se relajan. Ni mi sentido del equilibrio. A veces durante las carreras, o simplemente cuando estoy caminando en las pruebas de orientación, lo pierdo y me caigo. Me caigo mucho. Pero siempre me levanto y continúo.

2. Tengo que seguir. Gonzalo Villamarín, corredor de maratones y pruebas de ultrafondo. Víctima del 11-M (La pasión de correr,Francisco Medina).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Emotivo relato,son cosas que deberian ocurrir.Dios quiera que atentados asi no ocurran nunca y en ningun sitio.

Tambien he leido la cronica de la carrera de la esperanza,esas son las carreras que a mi me gustan,de gran nivel y con los keniatas y etiopes acojonados por el poderio patrio.Federico.