Geppetto,
un hombre humilde, de cierta edad, pero que nunca ha perdido la esperanza e
ilusiones, hasta tal punto que de su arte en la madera consigue su mayor
ilusión un niño hecho de madera y mágicamente transformado en humano.
Pinocho
es mentiroso, buscador del placer, orgulloso,…
Cuando uno miente, le crece y le crece la nariz como a Pinocho |
Lance
Armstrong, sirvió de inspiración durante la presentación de la II Gala del
Deporte 2008 (Referido a la parte correspondiente al CA Las Lagunas). Entonces era
considerado un autentico símbolo de superación y ejemplo de cómo a través de la
autodisciplina, una persona es capaz de explotar al máximo sus cualidades.
De
ser un “monstruo” en el deporte, aplicando este nombre en su acepción más
positiva, hoy ha pasado a ser un autentico monstruo, entendiéndolo como personaje
que sin ningún tipo de escrúpulos no duda en explotar su capacidad más
diabólica, realizando actos que generaron alteración en su sangre, en su cuerpo
y en su organismo para ponerlo en ventaja tramposa sobre los demás.
“Volver
a la vida”, su libro. Difícil de entender por quién, sabiendo las angustias de
recibir ciclos de quimioterapia, los temores de recibir los indicadores
analíticos diarios o las no menos angustiosas transfusiones sanguíneas para
sólo obtener lo más valorado para la persona: La salud. “Volver a la
vida” es más difícil de entender hoy en día, al estar acreditado, que el mismo
que lo escribe, y tras superar un cáncer, es capaz de someterse voluntariamente
y premeditadamente para alterar su cuerpo por el placebo de ganar con trampas.
Tal
noticia, escénicamente representada, me ha bajado súbitamente la temperatura,
dejándome congelado.
Parejo
a los mitos de barro que se deshacen delante de nuestras propias narices, va el
Bárcenas, para conducirnos por su cuenta a Suiza en sobres negros, que nada
tiene que ver con hacer “kilómetros negros”. Doble contabilidad, favores,
donaciones, pagos,.. me da que en un momento acaba de caer una gran “tromba” de
agua, donde desgraciadamente vuelve a llover con violencia súbita y con mucha
insistencia sobre mojado.
Cuando
los vientos arrecian, bien dicen que “la mujer del César no solo tiene que ser
honrada sino que parecerlo”. Muchos son los recortes que estoicamente estamos
soportando y todo es porque “entre todos podemos”, no lo pongo en duda. Me da
que el resultado final de todo esto es que unos estarán mucho mejor que otros y
las escalas de desigualdades habrán crecido de manera exponencial.
Más me temo que cuando todo está basado en el ajuste, en tener menos y en saber
estirar el eurillooo, no son buenos, aquellos fuertes vientos que arrecian de aquellos
que por todos nosotros velan comunalmente y que para exponer su señorial barriga en
la playa, sueltan 700.000 eurazos en propiedad playera.
Con
la fría mentira de un mentiroso, con la lluvia incesante y violenta de tan altos corruptos y la suma de los crecientes y arreciantes vientos del “entre
todos podemos” (unos dentro de la miseria y otros en el dispendio suntuario), lo
que mejor une a todo este tojunto es “Algo huele mal en Dinamarca”
De
suerte que entre tanto se rearmaba el fuerte viento, las bajadas bruscas de
temperatura y las bruscas lluvias para explotar en su ciclogénesis, yo he encontrado
el hueco suficiente para soltar mi mente mientras corría a mi trontón.
JMR
NOTA.
André Philidor, el padre del ajedrez moderno. Más o menos en los días de la
Revolución Francesa escribió un célebre libro de ajedrez en el que explicaba
que, si se utilizaba el conjunto de peones, estos pueden volverse tan poderosos
como las piezas principales. Hasta entonces nadie había tenido tan genial idea.
Los peones solían sacrificarse para quitarlos de en medio y así no estorbaban.
(El Ocho de Katherine Neville).
André
Philidor, desde aquel entonces acuño la expresión en el ajedrez de “los peones
son el alma del ajedrez”
1 comentario:
Humildes peones que pueden acabar dando un jaque en el momento más inesperado ... un placer leerte Lagunero.
Publicar un comentario