Estas próximas navidades, por
cuestiones obvias, dan mucho juego, bástese nombrar a la burra y el buey, los
Reyes de Tartesso cuando no gaditanos o montar un belén donde las casas o
chozas se encuentren en desahucio y pastores, ovejas, molineros, patos,
lavanderas, cerdos etec., en ordenada fila vayan a la oficina del INEN único lugar que hoy en día es un autentico
belén.
Pero por respeto a la tradición
navideña, que es muy de nuestra cultura y, es más, en consideración a esa
familia, ejemplo de la sencillez y humildad, que fue José y María. Matrimonio,
que a buen seguro no eran muy simpatizantes de los gobernantes ocupas que
dirigían su tierra. Ellos ajenos a cualquier cuestión política y siempre
respetuosos con las leyes, se lanzan en singular travesía para cumplir el
edicto romano de empadronamiento. La distancia entre Nazaret y Belén de casi 150 km , sin contar como en
aquellos tiempos eran los caminos, seguro que fue todo una odisea.
Esta familia movida por el
amor a su hijo, Jesús, no dudan en
emprender una huida para librarlo de las garras de gobernantes hechizados por
la lujuria del poder.
Esta familia es un ejemplo y un
símbolo, que nos orienta, y al igual que aquellos padres, todos los padres,
generación tras generación, se desviven para que sus hijos “el día de mañana sean
algo”. Esta frase ha supuesto que en épocas, donde la escasez de una España,
anclada en la extrema pobreza, incapaz de ofrecer alternativas para el futuro
de sus familias, obligó a que muchos de nuestros padres, hoy alguno de vuestros
abuelos se marcharan al extranjero. Se convirtieron en EMIGRANTES, personas que
en Hendaya eran tratados como ganado, personas que en mucho de los caso no
sabían donde se encontraba el lugar de su destino, personas con un alto grado
de analfabetismo, sobre el 80% y la inseguridad de, en muchos caso, no llevar un contrato de
trabajo. Aquellas gentes, han sido todo un ejemplo, que se ha visto
recompensado con unas generaciones (Sus hijos), que han “tenido una vida mejor
que ellos”.
Aquellos emigrantes de entonces,
lo único que tenían eran sus manos para trabajar, no tenían posibilidad de
cambiar nada ante un régimen que no les daba opción, pero sí, su trabajo
repercutía en mejorar la estrecha economía familiar, al mismo tiempo inconscientemente
preparaba el terreno para grandes cambios sociales, económicos y políticos.
Aquellos hijos mejoraron,
aprendieron del esfuerzo, votaron, se casaron, votaron, tuvieron hijos,
votaron, los educaron, votaron. Unos actos crearon las generaciones mejores
preparadas y otros actos fueron creando el porvenir. Porvenir basado en una
clase política endiosada, de estrechas miras, de fácil palabra, rodeada de
boato. Boato que se colgaban en adornos la clase empresarial de fácil riqueza y
un escenario de despampánate apariencia, alejados de cualquier meritocracia.
Quizás nadie nos enseño el gran
valor de un voto, quizás al venir de unas familias humildes, trabajadores y de
miras donde todo se consigue a base de esfuerzos, no dio la importancia a tan
importante acto de votar. Aquel acto fue creando una casta de especial status,
con especiales derechos, con especiales beneficios, que a base de hipnotizantes
melodías han creado un túnel, sin fin, sin luz y sin salidas de emergencias.
Muchos de nuestros hijos, hoy son
EMIGRANTES no aventureros. Son EMIGRANTES cualificados no aventureros, son
EMIGRANTES jóvenes no aventureros, son ESPAÑOLES EMIGRANTES que se les niega el
futuro en su tierra.
A todos esos jóvenes EMIGRANTES,
que en impuesta torre de babel se desenvuelven en los rayaner les deseo las
mejores de las Navidades, con la misma fuerza de la inmensidad de kilómetros
que en tan señaladas fechas os separa de vuestras familias.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
JMR
2 comentarios:
Felices fiestas.
Julian me gustan mucho tus relatos
Federico
Ya están casi llegando los Reyes Magos al Portal. Qué hogaño venga cargaos de...
JMR
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