Tras unos rápidos comentarios
analíticos, en el que desde sus principios se va afianzando el SI, condicionado
a evitar los caminos. El grupo de laguneros deciden buscar el asfalto y disfrutar, bajo el
chapoteo de zapatillas, de una agradable mañana de entreno rodado.
Durante toda la noche la lluvia
ha sido un incesante caer, el terreno está sobradamente esponjado, sólo el
asfalto hace posible alternar chapoteo de charcos con animadas conversaciones.
Aquellos momentos de intensas
lluvias que inadvertidamente empapan nuestro cuerpo, se van alternados con el
sonido amortiguado de zapatillas, calcetines y pies envueltos en agua, -chup,
chup, chup,..- Las conversaciones van saltando
al mismo ritmo que las lluvias cubren la mañana.
Fuertes chaparrones dan paso a
unos inesperados claros que nos obligan a decir que no es para tanto, peor son
los días de viento o aquellas mañanas de extremas temperaturas que congelan los
monocordes vahos.
Las conversaciones se articulan
bajo el fuerte pilar del correr, que en unos están fabricado bajo la longevidad
de los años y otros desde la bisoñez de su incipiente madurez. Nos sentimos
privilegiaos de poder reencontrarnos bajo un incesante y rítmico meneo de brazos,
que hace fluir unas zancadas que reactivan con avidez nuestro cuerpo.
La angustia de días, que se han
vuelto cotidianos, días que empezaron como un mal sueño, donde sentir que tú
nueva situación de parado iba a ser transitoria, para ver que la crudeza de los
días, va dejando aflorar por los poros
de tu piel el mensaje de “para que sirvo”. Entre charcos y la alternación de
copiosas lluvias se maldice el ahora y se echa la vista con desazón hacia un
futuro oscuro.
La fe te lo dan tus pasos, esos
únicos momentos en los que el ropaje deportivo, te hace sentir ser poseedor de
lo que solamente la naturaleza te ira desgastando. El poder de mover tu cuerpo,
por encima de los augurios “macros” que con tan pesada fuerza están cayendo
sobre una sacrificada sociedad noqueada, te fabrican la esperanza
Bancos, banqueros, Estado, gobernantes, Partidos, políticos,..
conglomerado de rimbombantes elementos, que desde las alturas manejan los hilos
de una sociedad noqueada, sólo ellos son los vil traidores del antes y ahora.
Traicionaron la ética del normal desarrollo, crearon virtuales espejismo, se
blindaron y endiosaron, fueron durante décadas vil manipuladores adornado un paisaje de luces y clarines insostenibles,
que hoy arrastran crudamente a la desesperanza.
No dejamos de esquivar charcos,
de sentir que el agua llega hasta los huesos, de romper “las monjas y frailes”
que con incesantes “gorgollitas” adornan la calle. Calles solitarias, donde
algún que otro entreabre la puerta y mira sorprendido el “chup-chup” de cinco “locos” laguneros,
mientras de reojo mira un cielo oscuro y embravecido en agua.
Laguna Grande de Villafranca de los Caballeros, 3-11-2012.
JMR
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-Buenos días-, -buen tiempo
tenemos-. Ahí van esos locos que corren, esos que entre trotes, risas y orgullo
saben que las cosas “no pintan bien”, que las cosas lo más seguro irán peor y
que la que se nos está avecinando van a ser los de siempre los que bien la van
a pagar. Resignación, NO. Entrega, No. Constancia y lucha SI y no por ellos,
sino por nosotros
Las lagunas vuelven asomar por el
horizonte, la copiosa e incesante lluvia te hacen bajar el horizonte creando un
espejismo de cuantiosa agua sobre un vaso lagunar largo tiempo sediento.
4 comentarios:
Bonito relato. A seguir corriendo y escribiendo. Un saludo.
Andaremos en esto mientras uno tire. Gracias
Buenos dias,hacia dias que no le echaba un vistazo a tu blog,me sigue gustando leer tus cositas aunque hoy te noto triston,algo pesimista,en fin esperemos que mas pronto que tarde la situacion general del pais mejore a pesar de los politicos
Correr con lluvia es una gozada siempre que no sea mucha,solo chispear,lo que ya no me gusta tanto es rodar mucho por asfalto,las articulaciones de los cincuenteños ya no estan para muchas alegrias y hay que cuidarlas.Bueno Julian a seguir trotando y disfrutando todo lo que se pueda.ARRIBA ESE ANIMO.
Federico
Uno a veces anda con los ánimos revueltos, "Una especie de psicosis colectiva estaba aplastando la ciudad, un síntoma temprano de muerte cívica: primero, la gente pierde los medios para perseverar; luego, tras las peleas a cuchillo, arresto y avisos de desalojo, pierde el deseo de superación (christopher Mcdougall).
JMR
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