En la madruga, en la raíz del alba, donde el recogimiento de
noctámbulos entran en levitación, en ese momento, donde un amarillento oscuro
color acaricia el alba del amanecer y una joven pareja se abrazan en el
silencio de la madrugá, nueve caminantes se juntan en el Roce.
La calle del Toledillo se convierte en punto de partida de
caminantes. Caminantes que se adentran en un nuevo trazado.
Itinerario de caminos.
El vigor desperezante de la madrugá marca la salida de las
tintineantes luces que alumbran las calles, son los comienzos de caminos los
que dejan sentir una altananza de
alboroto, ante la posibilidad de marca
una nueva ruta, que surcando el lado sur de las urbes que se cruzan
en los caminos que nos llevan a Urda.
La luna auxiliada por frontales va abriendo la estela que en
las espaldas dejan las marcas de la caída del alba. Cerro Gallego, su paso deja
un vivo ritmo marcado a son de gpss y será un poco más allá de sus altos cerros
donde el Sol nos de entrada una luminosa mañana, donde el cruce de nubes y vaivenes
de brisas propicie un caminar placentero.
Será la ronda de Estevilla la que nos lleve por la calle
Empedrada, único viales camuñanos testigos urbanos de estos caminantes en ruta.
El cruce del río Amarguillo nos sitúa ante una CM 42, que
pasadas las 9:30 horas nos lanza por unos vigoroso y verdosos campos, que nos
enfila al cruce de una nueva y robusta vía: La A 4.
La duda de unos ojos que abran la ruta, nos obligan a buscar
un paso de puentes, donde un amojonamiento de aturullados sarmientos nos
ofrecen el descanso abrigado de unos primeros bocados.
Tortilla a la francesa, queso en bocadillo, plátanos,
naranjas, almendras y algo de chocolates son las viandas que circulan mientras
ofrecen un fugaz descanso a pies y calzos.
Al fondo y a la derecha emerge en blanco y altozana la torre
de aguas de Madridejos, más al fondo castillo y molinos nos marquean el camino.
Bajo singular tiralíneas, se ofrecerá en vértice la prominente
blanca torre octogonal, que encubre su depósito de aguas potables que trasiega
con brío. En brío siguen fluyendo los pasos, mientras en maestral trazado de
semicírculo se nos ofrece Consuegra. En la distancia nos ofrece sus casas,
dominadas por castillo y molinos.
Valdespino, arroyo de agua cristalina y sonora que
temporalmente sustenta al temporal Amarguillo.
Consuegra en la distancia y en nuestra margen derecha nos
enfila al monte bajo, cruce entre canteras y antenas que se escabullen.
Los pies son presas del fuego, donde un arroyo alivia
aquellos que los llevan algo doloridos.
Áridos, vallas y vertedero, camino de piedras afiladas, que
tras afilados ladridos nos llevan en bajada por el camino Viejo del Convento,
invitando a un entrante por la primera Travesía de Ronda.
14,00 horas, unos caminantes y peregrinos, en año Jubilar
entran en la Ermita del Cristo de Urda: Sara, Silve, Tere, Jose Manuel,
J.M. el Chirla, Miguel, Eugenio, Bienve y Julián (Los kilómetros que los
diga el gpese).
A Villafranca de los Caballeros, 30 de marzo, 2013.
JMR
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